Un podenco con tan solo tres meses encuentra un atípico trofeo de corzo y se lo lleva a su propietario
Un cachorro sorprende a su propietario al entregarle el desmogue de un corzo con cinco puntas. Se trata de un trofeo singular, al nacer dos de ellas próximas a la roseta.
No es la primera vez que a Daniel de Castro le ocurre una situación similar. Sin ir más lejos, ese mismo día otro de sus podencos le entregó otra cuerna de corzo mientras cazaba conejos y perdices.
La podenca Flecha junto al extraño desmogue de corzo que encontró. En el centro, los dos desmogues encontrados el mismo día. A la derecha, la cuerna cuenta con puntas que la convierten en un trofeo atípico.
Podencos Ibéricos
El cazador castellanomanchego cría su propia línea de perros desde hace más de una década. Son fruto del cruce de podenco andaluz, portugués e ibicenco. Daniel denomina a sus canes podencos Ibéricos. Uno de los perros nacidos en la casa del cazador de nombre Flecha le deparó esta agradable sorpresa una mañana de caza en la Sierra de San Vicente, comarca situada en la provincia de Toledo.
Era el primer contacto del cachorro con la caza. Cuando el toledano trataba de atravesar una alambrada, el joven podenco apareció con el atípico trofeo entre sus mandíbulas para entregárselo a su dueño. Minutos más tarde, los podencos del cazador levantaron de su lugar de encame al corzo que, según Daniel, había lucido el pasado año la espectacular cuerna. Trató de encontrar la pareja del asta por la zona pero no logró hacerlo. Ese mismo día otro de sus perros le trajo otro trofeo de corzo, pero de menor envergadura.
Este otro podenco se llama Zorro y tenía un año cuando encontró otro desmogue de corzo.
El desmogue del corzo
El término "desmogue" hace referencia al periodo de tiempo en el que la mayoría de los cérvidos pierde su cuerna. En el caso de los corzos este proceso se produce entre octubre y noviembre. El desmogue en ciervos y gamos va ligado al periodo reproductivo mientras que en el caso de los corzos su finalidad parece estar orientada al marcaje y defensa de su territorio. Una vez ha caído la cuerna comienza a crecer una nueva recubierta de una piel vellosa y repleta de vasos sanguíneos. Entre marzo y mayo los machos pierden la borra.
Antonio López Espada
