Abate un corzo en un campo de golf y acude a reclamar la pieza
Guadalajara

Abate un corzo en un campo de golf y acude a reclamar la pieza

Un vecino de Cabanillas del Campo es sorprendido cuando iba a recoger un corzo al que había abatido dentro de un campo de golf.


Hay acciones que cualquier cazador que se precie rechaza y critica. Este es un claro ejemplo:

El detenido admite los hechos

Un hombre dispara a un corzo que se encontraba dentro de un campo de golf porque “no pensaba que la acción era tan grave”. Una vez abatido el animal, el susodicho entra a las instalaciones a reclamarlo. El responsable del campo llama a la Guardia Civil para denunciar lo ocurrido. El Seprona acude rápidamente al lugar de los hechos y toma declaración al acusado.

No image

El corzo abatido en el interior del campo de golf.

Contra diversas normas de la ley de caza

Él mismo admite que disparó dentro del campo de golf porque “como no había visto a nadie…”. No solo no respetó las distancias de seguridad que dicta la legislación de caza de Castilla-La Mancha o la prohibición explicita de cazar en esa zona, sino que, por un exceso de impudencia e irresponsabilidad con el arma, pudo haber puesto en peligro la vida de personas.

Otras conductas reprobables

Cazar fuera de las áreas cinegéticas es constitutivo de delito. Es una infracción tan grave como el furtivismo, prácticamente se podría equiparar y es que, según la Real Academia de la Lengua, dícese de la “persona que caza, pesca o hace leña en finca ajena”.

El furtivismo no es sólo abatir animales en un lugar no permitido. Este concepto engloba distintas y numerosas prácticas ilegales e inmorales como son: abatir animales fuera de su temporada; disparar a especies en peligro de extinción; la utilización de trampas y otras formas de captura no permitidas o abatir un número de especies superior al estipulado en el plan de caza.

No image

El arma fue intervenida por el Seprona.

No todo vale

En el ejercicio de la actividad cinegética, la legalidad y la seguridad han de ser dos aspectos que nadie, nunca, debe dejar al margen. Pese a que la inmensa mayoría de los cazadores conocen la ley, las obligaciones cinegéticas y cumplen con ellas, siempre hay algún individuo que hace caso omiso y ensucia la imagen de un sector entero.

Desde Club de Caza repudiamos esta acción y recordamos a todos los cazadores y cazadoras que nos leen la importancia de cumplir con las normas y de actuar con sentido común. Un arma no es un juguete y nunca se debe infravalorar la importancia y la peligrosidad que puede entrañar en las manos equivocadas.

Es obligación de todos denunciar la mala praxis y fomentar el correcto uso de las armas, en primer lugar, por el bien de las personas y en segundo, por el futuro de una actividad tan necesaria como es la caza.

Comparte este artículo

Publicidad