El ‘mal rojo’ en perros de caza: conocemos la enfermedad de Aujeskzy para poder prevenirla

El ‘mal rojo’ en perros de caza: conocemos la enfermedad de Aujeskzy para poder prevenirla

Es una patología de origen vírico que los jabalíes y el ganado porcino trasmiten a perros cuando se alimentan de restos de estos animales. Hoy en día es una enfermedad mortal.


La enfermedad de Aujeszky, también conocida como pseudorrabia, es una afección altamente contagiosa que afecta a jabalíes y cerdos. Está causada por el Herpesvirus Porcino Tipo 1, un patógeno que se transmite por contacto directo con boca y nariz y de forma indirecta por objetos contaminados. En los perros de caza, la enfermedad de Aujeszky  es  especialmente preocupante porque pueden contraerla mientras cazan o tienen contacto con jabalíes  infectados, a través del contacto con la saliva, la orina o las heces de animales infectados, o al comer carne cruda o mal cocida.

¿Cómo saber si tu perro está infectado?

Presenta síntomas muy variados desde respiratorios hasta digestivos. El más reconocible es el picor en la zona de alrededor de la boca. Además, también puede provocar cuadros nerviosos de encefalitis con signos similares a la rabia, por lo que a esta patología también se la conoce como pseudorrabia.

Los síntomas de la enfermedad de Aujeszky en los perros pueden variar, pero suelen incluir fiebre, letargo, pérdida de apetito, vómitos, diarrea, convulsiones y hasta parálisis. Si se sospecha que un perro de caza ha contraído la enfermedad de Aujeszky, es importante llevarlo  al veterinario lo antes posible.

El período de incubación dura entre 2 y 7 días. Se trata de una enfermedad mortal  horas después de iniciarse el cuadro en todos los casos.

Existe una vacuna para aplicar en cerdos, que es obligatoria en España, pero no hay disponible ninguna para perros. Afortunadamente, no hay constancia de que  la enfermedad de Aujezsky  sea transmisible al hombre.

¿Cómo podemos prevenirla?

Lamentablemente, en perros en una enfermedad mortal ya que no tiene tratamiento ni hay, a día de hoy, ninguna vacuna ni fármaco profiláctico por lo que, lo único que se puede hacer, es facilitar la prevención.

Es importante que evitemos alimentar con restos crudos a los perros y también es necesario eliminar adecuadamente los despojos de las cacerías, impidiendo que los perros que participan en las mismas puedan llegar a ingerirlos.

Tampoco es aconsejable que estos perros permanezcan mucho tiempo en contacto con las piezas de caza.

En casi todos los países europeos las poblaciones silvestres de jabalíes son un reservorio natural para los microorganismos que provocan la enfermedad de Aujeszky.

Anualmente las autoridades españolas están obligadas a realizar estudios para comprobar que nivel de presencia tiene esta patología entre los jabalíes.

Casos recientemente notificados

Para constatar la prevalencia que actualmente tiene esta enfermedad en los perros de caza, solo hay que acudir a la hemeroteca y apreciar el elevado número de canes cuya muerte está asociada a esta afección.

Entre los más recientes se verifica que hace un par de meses hubo casos en Navarra (en la zona del valle de Erro), en Bilbao (en la zona de Zalla) y en febrero otro caso en Asturias que a continuación vamos a relatar en la siguiente entrevista.

En primera persona

Nos ponemos en contacto con Laura Blanco, esposa de un cazador y veterinaria en Piedras Blancas, pueblo del municipio de Castrillón (Asturias). El perro de caza, “Chicharro”, un sabueso macho, propiedad de su hijo, falleció a causa de la enfermedad de Aujeszky

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Chicharro, rebosante de salud. A la derecha, Joaquín y Chicharro.

Laura, ¿cuándo sucedió el fatal episodio?

La cacería tuvo lugar el día 12 del pasado febrero. Apenas cinco días después,  empezó con síntomas y la madrugada del 18 tuvieron que eutanasiarlo. Fue muy rápido y agresivo.

¿Cuáles fueron los síntomas? ¿Qué observasteis en Chicharro?

Mucho picor en la cara, en la zona de la mandíbula. Mucho enrojecimiento y comenzó a rascarse compulsivamente. Su comportamiento también cambió: no atendía a nada ni a nadie.  Además sufrió una exagerada inflamación entre la mandíbula y el cuello. También observamos que se automutilaba. Empezó a las cinco de la tarde, y a las tres de la mañana tuvimos que sedarlo Fue horrible. Quien peor lo pasó fue mi hijo quien, con solo 7 años tuvo que despedirse del animal por el que sentía un profundo e incondicional amor.

¿Crees que se contagió cazando?

Seguro. En esa cacería, otros perros mordieron el mismo jabalí y solo fallecieron los de la misma sangre. Curiosamente, los grifones no se vieron afectados.

Cuando aparecieron los síntomas, ¿qué pasos seguisteis?

En principio lo achacamos a la picadura de una víbora, Le hicimos toda clase de análisis en la clínica y, aunque los resultados eran normales, el animal no mejoraba. Casualmente, pasó por allí un chico cuyo compañero de caza había perdido varios perros por la enfermedad de Aujeszky, con la misma sintomatología. Cuando Joaquín, mi  pareja, me dijo que el perro había mordido el jabalí durante la cacería de la semana pasada ya me di cuenta de que todo coincidía. El diagnóstico no `podía ser peor. Ante esta enfermedad da igual lo que hagas porque es mortal. No pudimos hacer nada por salvarlo. Una vez contagiado, se muere. Tienen sangrado cerebral.

Los cerdos tienen vacuna, pero el jabalí no, lo que la hace inmensamente más peligrosa para los perros de caza al ser el jabalí una especie salvaje. A ver cuando conseguimos sacar vacunas para perros, porque cada vez se registran más casos y conllevan el  100% de mortalidad. 

Cuando “Chicharro falleció ¿qué tuvisteis que hacer?

Como se suele decir “revolvimos Roma con Santiago”. Llamamos al 112, con mucha preocupación, pues el hombre que se había llevado el jabalí ya lo había consumido y aunque sabíamos que no afectaba  a personas, no podemos evitar la angustia. Finalmente, no le pasó nada.

Después hablaron con el Ministerio el de Agricultura, Ganadería y Medioambiente vía e-mail y nos llamaron de la conserjería SERIDA. Hicieron necropsia al animal y lo mandaron a analizar. Al cabo de un mes vuelven a contactar. Nos comentan que  descartan la  rabia. Finalmente, nos confirmaron la enfermedad de Aujeszky.

¿Nos puedes contar brevemente cómo sucedió el fatal incidente?

El día 12 se abatió el jabalí y los perros mordieron. Los primeros que llegaron recuerdan que mordió más por la cabeza. No se sabe si el contagio tuvo que ver con eso o con una predisposición racial, genética o de otro tipo. Pasa una semana entera en casa, sin síntomas y de repente, el 17 pasó todo.

No tengo acceso al cuerpo de los otros animales, porque fueron a otras clínicas. Si pudieran compararlos se podría obtener más información y ayudar al resto de cazadores a conocer la enfermedad y contribuir a su difusión y protección de los perros.

Como veterinaria, ¿qué destacarías de esta enfermedad y qué nos recomendarías?

Lo peor es que no se puede prevenir. Ante la falta de casos pocos consejos puedo dar más allá de que a la mínima duda se pongan en contacto con el SERIDA para contribuir a dar a conocer la enfermedad y a frenarla.

Si se convierte en pandemia se pone en riesgo la fauna y los animales domésticos, sería una verdadera catástrofe.

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