A tener en cuenta para no fallar en rececho
Arma, apoyo, ángulo y paralaje

A tener en cuenta para no fallar en rececho

En rececho, el éxito del lance no solo depende del rifle que utilicemos ni tampoco de nuestra puntería. Intervienen otros factores que, si no se tienen en cuenta, pueden ser los responsables de que se falle el tiro.


Con un buen apoyo y un visor potente, yo puedo pegarle un tiro a 100 metros a un parche de 2 cm de diámetro con cualquier rifle que tire bien. Y, sin embargo, también puedo fallar con el mismo rifle un venado y, de hecho, no es la primera vez que me ha pasado.

¿Cómo es posible? Lo es porque cazando no siempre tiro a la misma distancia ni con el mismo ángulo, ni con la misma tranquilidad que en un campo de tiro y, además, a veces cometo el doble error de oprimir el gatillo sin disponer de un buen apoyo porque me confío y olvido que cuando se dispara sobre un blanco grande se pueden cometer errores de puntería muy groseros.

Para no cometer un error de paralaje o asegurarnos de que este sea despreciable, hay que disparar viendo nítido y de borde a borde todo el campo visual.

Si alguna vez has marrado un tiro de esos que no te explicas, creo que este artículo podrá ayudarte a comprender cuál fue la causa o las causas, pues pueden ser varias, y también a que mejores tu promedio de aciertos.

Aclara cuáles son los principales factores que, en mi opinión, hay que tener en cuenta para no fallar o, mejor dicho, para fallar lo menos posible porque, aun conociéndolos, las personas no somos máquinas y en cualquier momento podemos descuidarnos. Y como bien decía mi padre, “descuido que tienes, estacazo que te llevas”.

Básicamente, pienso que las causas más importantes por las que se puede fallar un tiro cazando a rececho a cualquier distancia son no tener en cuenta el paralaje ni el ángulo de tiro y utilizar un apoyo inestable o un conjunto arma-visor que no permita apuntar con precisión.

La mayoría de las marcas fabrican miras de caza mayor libres de paralaje a 100 yardas o a 100 metros, pero existen excepciones. Leupold, por ejemplo, los comercializa libres de paralaje a 150 yardas (137 metros), caso del VX3i 4,5-14x50 que aparece en la foto.

Paralaje

Es un error de puntería involuntario que, por fortuna, se puede evitar. Se produce cuando no alineamos perfectamente nuestro ojo con el centro de la retícula del visor, lo que sucede siempre que disparamos sin ver nítido de borde a borde todo el campo visual. Por tanto, para evitar que se produzca, antes de disparar hay que comprobar que vemos perfectamente todo el campo de visión.

Ejemplos de mandos de paralaje muy completo y básico. Si pretendemos cobrar animales pequeños o grandes a grandes distancias, es imprescindible que la escala sea completa (que indique muchas distancias) y que los mandos de visor corrijan ¼ de pulgada (0,7 cm a 100 metros) o menos.

Los visores para caza mayor que carecen de mando para anular el paralaje se diseñan para que estén libres de este error a una distancia determinada, por ejemplo 100 metros en el caso de los europeos, 100 yardas en el caso de algunos visores americanos, etc. (1). Por tanto, cuando se dispara más cerca o más lejos se puede cometer un error de puntería que solo se puede evitar si el cazador es capaz de ver todo el campo de visión, lo que no es nada fácil conseguirlo, sobre todo si estamos disparando con el rifle mal apoyado (en el apoyo o en la cara) y con una posición de tiro forzada, típica por otro lado de la caza a rececho.

Si la distancia de tiro no es muy grande y cometemos un error de paralaje porque nos creemos que vemos perfectamente todo el campo circular pero no es así, éste normalmente no es suficiente para fallar una pieza de caza mayor. Ahora bien, cuando las distancias de tiro son muy largas (o los blancos muy pequeños) cualquier error de paralaje sí que puede ser el responsable de que fallemos o por lo menos de que dejemos herida a la caza. Téngase en cuenta que un rifle-munición que agrupe en 3 centímetros a 100 metros (1 MOA, que no todos los rifles ni los cartuchos lo consiguen) lo hará en 12 centímetros a 400 metros, por lo que si, además, el cazador comete un error de paralaje, aunque sea pequeño, puede fallar o herir y no cobrar la pieza.

En caso de tener que disparar con ángulos pronunciados es importantísimo usar un telémetro balístico que nos proporcione la distancia horizontal corregida (Foto Swarovski Optik; el cazador utiliza un binocular-telémetro EL Range con el que puede observar y al mismo tiempo medir distancias horizontales).

Por esta razón, para cazar lejos (digamos a más de 250 metros) lo mejor es utilizar un buen visor que nos permita anular el paralaje a la distancia que vamos a disparar.

He dicho “un buen visor” porque casi todas las miras con más de 14x, como se supone que se van a usar a grandes distancias o para disparar animales pequeños, se suministran actualmente con mandos para anular el paralaje. Ahora bien, los mandos de paralaje, como los de ajuste, son mecanismos de precisión y sucede que la precisión de los mandos de los visores económicos, salvo excepciones (miras norteamericanas hechas por marcas de prestigio), normalmente dejan mucho que desear.

El gráfico de la izquierda muestra dos blancos situados a 400 m del punto A, que es donde se encuentra el cazador: uno en la horizontal y otro inclinado 45 grados. En el gráfico de la derecha, cuando el cazador dispara al blanco inclinado, el proyectil recorre 400 metros, pero debido al ángulo es como si tan solo hubiera recorrido 280 metros en horizontal. Corolario: como las tablas balísticas indican la caída de la bala cuando vuela en horizontal, si no se tiene en cuenta el ángulo, el disparo queda alto.

Básicamente se utilizan dos tipos de mandos para eliminar el error de paralaje. Los más precisos (si el visor es de buena calidad) son los que poseen escalas que indican varias distancias de tiro a la que la mira queda libre de paralaje entre una distancia mínima e infinito y para poder utilizarlos con precisión es necesario contar con un telémetro que nos indique a qué distancia está el blanco. Especialmente si pretendemos cobrar animales pequeños o grandes a grandes distancias, es imprescindible que la escala sea muy completa (que indique muchas distancias) y que los mandos de visor corrijan ¼ de pulgada (0,7 cm a 100 metros) o menos.

Pero también existen mandos que solo indican la distancia mínima, la posición de 100 y la de infinito. Están pensados para que el cazador los gire hasta que vea perfectamente enfocado el blanco, momento en el que se supone que la mira ha quedado libre de paralaje. Son los menos precisos y sobre todo menos adecuados para disparar a grandes distancias o sobre animales pequeños porque el que veamos o no bien enfocado el blanco es relativo ya que depende de nuestra vista y de la luz que haya en el ambiente. Ni siquiera representan una ventaja el hecho de que se puedan usar sin telémetro, como veremos a continuación.

(1) Se comercializan también visores libres de paralaje a mayor y a menor distancia, por ejemplo, a 150 yardas o a 50 yardas. Si es mayor (caso de los Leupold) puede ser una ayuda para cazar lejos, pero si es menor (por ejemplo, algunos Bushnell) no sirven para caza mayor. De hecho, los visores libres de paralaje a 50 yardas están pensados para armas cal. 22 y de pequeña potencia en general.

El telémetro balístico cuando se caza en terrenos abruptos es imprescindible, sobre todo si se dispara a grandes distancias. Además, si se elige con formato binocular no aporta peso al equipo porque sustituye a los prismáticos.

Ángulo de tiro

Sobre una bala que se desplaza por el aire actúan dos fuerzas. Una es la de rozamiento con el aire, que la frena a medida que avanza, por lo que pierde más o menos velocidad inicial a medida que se aleja de la boca de fuego, dependiendo de que su diseño sea más o menos aerodinámico. Que viene a ser lo mismo que decir que tenga un coeficiente balístico más o menos alto. Por esta razón, para disparar lejos es importante utilizar proyectiles aerodinámicos, ya que éstos pierden menos velocidad a medida que avanzan y alcanzan el blanco con mayor energía.

Y también actúa la fuerza de la gravedad, que, unida a la pérdida de velocidad de la bala a medida que se aleja de la boca de fuego, es responsable de la caída que experimenta el proyectil.

Ahora bien, como la gravedad es perpendicular a la superficie terrestre, sucede que la fuerza que ejerce sobre los proyectiles es menor cuando se dispara con ángulo que en la horizontal, que es precisamente cómo se miden las caídas de las balas que indican las tablas balísticas.

A efectos prácticos, cuando disparamos con ángulo la gravedad actúa sobre la bala como si recorriera una distancia menor (como si estuviera sometida a su efecto durante un tiempo inferior) y, por tanto, su caída también es menor que el valor que proporcionan las tablas balísticas, por lo que si no se tiene en cuenta el ángulo se puede fallar la pieza.

En general, cuando se realizan disparos con ángulos poco pronunciados (cazando en una llanura o en terrenos poco montañosos) con utilizar un telémetro convencional, que nos informe de la distancia de tiro, es más que suficiente para regular la torreta balística del visor.

Pero cuando tenemos que realizar un disparo a un blanco situado muy lejos y muy por debajo o muy por encima de nosotros, es crucial tener en cuenta el ángulo de tiro porque si no lo hacemos nuestra bala impactará alta y podremos fallar (2).

Disparar sin la cara apoyada en la culata es como como hacerlo sin utilizar un apoyo estable. Una culata con Montecarlo o, mejor aún, con carrillera elevable permite apuntar viendo todo el campo visual con la cara apoyada. La de la foto es la de un Tikka T3x Ajustable; presenta la ventaja añadida de que la empuñadura se puede suplementar.

Por ejemplo, si disparamos a un blanco a 400 metros con un ángulo de 45 grados, es como si lo hiciéramos, a efectos de caída del proyectil, ¡a 280 metros!, por lo que el tiro quedaría alto y podríamos fallar cualquier pieza.   

Antiguamente, se calculaba la distancia corregida o distancia horizontal sobre la que actúa la gravedad con la fórmula: Distancia a la que se encuentra el animal x coseno del ángulo, pero era complicadísimo y muy lento hacer los cálculos.

Hoy día, por fortuna, disponemos de telémetros-balísticos que miden en fracciones de segundo el ángulo de tiro y, en función de éste, indican la “distancia horizontal” corregida, que es la única que hay que tener en cuenta para regular la torreta del visor. Evitan muchos fallos, no deben faltar en la mochila y en formato binocular sustituyen a los prismáticos, por lo que no aportan peso al equipo.

(2) Nótese que cuando se dispara con ángulo, la gravedad actúa sobre el proyectil como si disparáramos a menor distancia y que a la gravedad le da igual que sea hacia arriba o hacia abajo: si se dispara con ángulo, el tiro siempre impacta alto. De ahí el dicho “a monte alto o a monte bajo, apunta siempre por debajo”, que supongo será tan antiguo como la invención del arco.

Y también que, si a grandes distancias necesitamos utilizar un telémetro balístico para calcular el ángulo, no tiene sentido usar un visor cuyo mando de paralaje no posea una completa escala de distancias.

Mejor aún es utilizar culatas que se puedan personalizar en longitud y altura, caso de la del Savage 110 sistema AccuFit que aparece en la foto: utilizando cuatro espaciadores y cinco carrilleras que se proporcionan con el rifle, cualquier usuario, independientemente del tipo de visor que utilice y de su complexión física, puede adaptar fácilmente la longitud de la culata y la altura de la carrillera a sus necesidades de encare.

Arma-visor

Pero sirve de poco portar un telémetro-balístico y un visor con mandos precisos si utilizamos un rifle con un disparador poco sensible o con el que tengamos que adoptar posiciones forzadas porque tarde o temprano daremos un gatillazo o no podremos apuntar viendo todo el campo de visión, cometeremos un error de paralaje y fallaremos.

Está demostrado que una persona si desea conseguir un promedio de aciertos alto (y lo que voy a decir a continuación no es opinión, sino un axioma de tiro) no se puede adaptar al arma, sino que es el arma la que tiene que adaptarse a sus medidas y a su forma de tirar. Ahora bien, como no hay dos personas que tengan la misma complexión (ni mucho menos los mismos gustos), hasta hace poco los fabricantes no podían equipar a sus rifles con culatas (cajas) y disparadores que se adaptaran a todas las personas, sino que las ofrecían con las medidas estándar que ellos consideraban que se adaptaban a la mayoría de los cazadores. Todo lo más fabricaban (y siguen fabricando) rifles con culatas con carrilleras altas (Montecarlo) que permiten apoyar la cara mejor cuando se dispara con visor y también rifles con disparadores de excelente calidad e incluso con tensores de mecanismos de disparo (pelo) que son el tipo de rifles que siempre he recomendado que se utilizaran cuando he escrito sobre este tema.  

Ya no lo hago porque actualmente muchas marcas han resuelto estos problemas mejor comercializando modelos que poseen disparadores regulables de muy buena calidad y culatas que se pueden regular como mínimo en altura o en longitud o también en longitud y altura, que no solo son las que considero que se deben utilizar sino que no entiendo la razón por la que no se usan más, pues solo aportan beneficios sin ningún inconveniente: permiten tirar con la cara apoyada en la culata viendo todo el campo visual, independientemente de la complexión que tenga el cazador, del tipo de visor y del montaje que se use, por lo que evitan (reducen) los posibles errores de puntería involuntarios (paralaje) y los gatillazos.

Si el tipo de terreno no permite utilizar nuestro apoyo ni que nos apoyemos en nada y vamos a disparar cerca, no es buena idea hacerlo a pulso. Lo mejor es utilizar nuestro cuerpo como apoyo.

Por último, concluyo dedicándole unas líneas al apoyo o mejor dicho a las consecuencias de no utilizar un buen apoyo. Y es que tampoco sirve de nada utilizar un rifle con el que podamos apuntar cómodamente viendo todo el campo visual y disparar sin dar gatillazos si no utilizamos un apoyo estable y, además, apoyamos bien el rifle.

Efectivamente, si el apoyo no es estable no lograremos “parar” la retícula y no podremos apuntar con precisión, por lo que si acertamos será de casualidad.

Utilizar un apoyo estable es tan importante, que si por el tipo de terreno no se puede usar el apoyo comercial que portemos, ni la mochila ni tenemos a mano nada donde apoyarnos bien y tenemos que hacer un disparo largo, es preferible retroceder hasta encontrar una piedra o algo que nos sirva de apoyo antes que tirar sin apoyo o con un apoyo inestable. Digo un disparo largo, porque cerca puede que no sea necesario ni conveniente retroceder para evitar que nos detecte el animal, pero tampoco es buena idea disparar a pulso. En estos casos se debe utilizar nuestro cuerpo como apoyo para poder adoptar una postura de tiro lo más estable posible.

Ahora bien, utilizar un apoyo estable no basta. Es necesario tener en cuenta que el rifle se tiene que apoyar por el guardamanos y que si lo apoyamos ladeado cometeremos un error de puntería similar al causado por un grave error de paralaje, por lo que a larga distancia fallaremos con seguridad.

Cuando se dispara lejos, es crucial utilizar un apoyo estable. Tanto que, si por el tipo de terreno no podemos usar el nuestro ni nada que nos sirva de apoyo improvisado, es preferible retroceder hasta encontrar uno adecuado, aunque tengamos que tirar desde más lejos.

Igualmente, el apoyo que utilicemos no debe ser una piedra, un tronco ni cualquier otra superficie rígida, salvo que entre la superficie el rifle coloquemos la mochila o cualquier otro objeto “blando” que amortigüe el rebote y el desplazamiento del arma causado por el retroceso porque, en caso contrario, el rifle perderá su precisión (y además lo rayaremos). Disparar con el rifle apoyado en una superficie dura es casi lo mismo que disparar con un cañón mal flotado.

 

Texto y fotos: Juan Francisco París

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