Un guarda rural detiene el tráfico para salvar la vida de una especie protegida
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Un guarda rural detiene el tráfico para salvar la vida de una especie protegida

Para los guardas rurales no existen ni domingos ni festivos cuando hay que proteger a la fauna silvestre. La mañana del lunes un guarda de la provincia de Málaga evitó la muerte por atropello de una culebra de escalera.


La especie figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial(Real Decreto 139/2011 de 4 de febrero). Se trata de una de las 11 especies de serpientes que habitan en España.

Cazadores y guardas rurales son custodios de la naturaleza 

Así definió el Director Conservador del Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate, entorno protegido ubicado en la provincia de Cádiz, a los integrantes de la Sociedad Federada de Caza El Cartucho que cazan en la zona protegida en la entrevista que concedió a Club de Caza en el transcurso de la XV Campaña de Limpieza del Parque organizada por el grupo de cazadores.

El guarda rural Víctor Villalobos evitó la muerte por atropello de un ejemplar de culebra de escalera de más de un metro de longitud durante la mañana del 1 de mayo, día internacional de los trabajadores. El profesional avisó a los vehículos que circulaban por una vía de la provincia de Málaga de la presencia del ofidio en el asfalto. Esperó a que el animal atravesara la calzada para permitir a los coches continuaran la marcha.

 

Conoce a la culebra de escalera

Esta especie no es venenosa y por tanto no presenta ningún peligro para el ser humano.

La culebra de escalera pertenece a la familia Colubridae. Habita en la Península Ibérica, en las regiones mediterráneas de Francia y la Isla de Menorca. Se trata de una serpiente de cuerpo robusto que puede alcanzar una longitud de 1,60 metros.

Los ejemplares jóvenes presentan un color gris salpicado con motas negras, con un diseño de manchas con forma de H que se asemeja a una escalera de mano, de ahí su nombre común. Los adultos son de color amarillento con algunas motas negras diseminadas. Resultan inconfundibles las dos líneas negras paralelas que recorren longitudinalmente la parte superior del ofidio al llegar a la edad adulta.

 


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