Un lobo sigue el rastro del jabalí que acaba de abatir un cazador en una espera por control de daños a la agricultura
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Un lobo sigue el rastro del jabalí que acaba de abatir un cazador en una espera por control de daños a la agricultura

Un cazador graba con una cámara de visión térmica cómo un lobo solitario trata de capturar la misma presa que él ha abatido. El cánido detecta la presencia del humano cuando se encuentra a 30 metros de la torreta de caza en la que está subido el cazador y abandona la idea de comerse el cochino que se halla sin vida en la siembra.


El elefante africano es el animal con mayor capacidad olfativa del mundo. Es el ser vivo que posee mayor cantidad de genes asociados a este sentido. Cinco veces más que los humanos y más del doble que los cánidos. Respecto a las personas, los lobos gozan de un sentido del olfato unas cien veces mayor. En comparación con los perros domésticos, la mayoría de los lobos desarrollan una capacidad mayor de reconocimiento de olores.

El depredador es cazado por la cámara de visión térmica del cazador

El medio digital de Letonia especializado en caza Zurnal Medibas ha publicado las imágenes grabadas por un cazador en el transcurso de una espera por control de daños en una siembra de cereal. Tras disparar a uno de los cochinos que visitan a diario el cultivo, capta con un monocular térmico la imagen de un lobo que llega al sembrado. Según el cazador, sigue los pasos del jabalí, que yace sin vida a 30 metros del puesto del cazador.

 

El lobo no se alimenta del cochino porque detecta la presencia del esperista y se aleja del lugar ocultándose en el trigo hasta perderse en el bosque. Los lobos son capaces de detectar la presencia de los humanos a través de su olor a más de un kilómetro y medio si las condiciones les son favorables.

Olor a vainilla para disuadir al lobo de atacar al ganado 

El Grupo de Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre y el Grupo de Científicos del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, en colaboración con la unidad de Toxicología de Fauna Silvestre del IREC y con la participación  de científicos de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (UMIB-CSIC) de la Universidad de Oviedo y del Parque Zoológico de Córdoba están investigando cómo evitar ataques de lobo al ganado a través del olor a vainilla.

Los investigadores están estudiando "el potencial que tendría la aversión condicionada a la presa mediante la inducción experimental del rechazo de los lobos a un determinado olor.

La iniciativa consiste en usar sustancias en la presa que produzcan un efecto adverso desagradable como vómitos, náuseas y diarrea en el depredador, de modo que le lleve a rechazar a la presa en encuentros posteriores al relacionarla con un sabor o un olor que les genera malestar".

 


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