Interceptan a cuatro animalistas robando dos mastines en Picos de Europa
Los sujetos habían quitado las carlancas a los perros y se disponían a llevárselos cuando un pastor se percató de la situación y dio aviso a la policía.
Cada año, especialmente en verano, los pastores asturianos lidian con una situación muy injusta y dura: personas, que se hacen llamar animalistas, les roban a sus perros. Estos perros, suelen ser por lo general de raza mastín y son los que, gracias a su corpulencia y a su carácter territorial protegen al ganado del lobo.
Concretamente esto ocurre muy a menudo y desde hace años, en las inmediaciones de los Lagos de Covadonga, en Picos de Europa (Asturias), coincidiendo con la proliferación del movimiento radical animalista.
El caso más reciente
El joven José Luis Alonso es uno de los cuatro pastores que quedan elaborando Gamonéu del Puerto, un queso típico del oriente asturiano. Hace dos años, ya se vio obligado a recoger un cachorro de mastín, en una perrera de la zona.
Este se encontraba junto a su progenitor aprendiendo a pastorear el ganado cuando unos animalistas se lo llevaron. No fue un hecho aislado ni fruto de una equivocación: se lo llevaron dos veces en una misma semana y posteriormente hicieron lo mismo con el mastín adulto.
Los mastines crecen junto al ganado. A la derecha, no es un perro abandonado, es un perro pastor trabajando.
El pasado miércoles 26 de abril de 2023 se ha vuelto a encontrar en la misma situación: en esta ocasión ha pillado in fraganti a cuatro usuarios quitando las carlancas (collares de pinchos que se utilizan para proteger del lobo) y llevándose a los perros. Por suerte, un pastor se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo y pudo dar la voz de alarma que permitió a la policía local y al Seprona interceptar a los sujetos cuando intentaban huir con los animales.
Mastines trabajando con el rebaño.
Un problema derivado de la proliferación del movimiento animalista
Este es uno de los tantos problemas que trae el animalismo de sofá al medio rural, a sus habitantes y a sus animales.
Estas personas que roban perros que están cuidando de su rebaño son las mismas que cuando los lobos matan cabezas de ganado echan la culpa a los ganaderos por tenerlos sin protección. Son precisamente ellos quienes los dejan desprotegidos al sustraer a sus guardianes.
Además del perjuicio emocional que estos actos implican para los dueños, los gastos que conlleva la estancia de los animales en las perreras, hasta que logran localizarlos, corren a cargo de los ganaderos, quienes tienen que pagar de su bolsillo la ignorancia y la maldad de una minoría.
Otro perjuicio fruto del desconocimiento
Además de la sustracción de animales, muchos turistas que vienen de áreas urbanas y traen perro, no respetan los límites e indicaciones de los vecinos de los pueblos. Tal y como nos contaban Pastores de Onís «dejan a sus perros sueltos, no les reprenden por meterse entre el ganado y se lamentan cuando un mastín los ataca. A pesar de que se les avisa, no hacen ningún caso».
En una sociedad que cada vez está más desvinculada del mundo rural quienes viven en él y lo mantienen suelen quedar de malos cuando son realmente las víctimas de hechos como los que se acaban de contar.
En el vídeo, se puede apreciar la importancia que los perros mastines tienen en el pastoreo de Picos de Europa.