Una caravana de tractores se planta ante la sede de Presidencia del Gobierno de Asturias: ‘Unidos por la defensa del campo asturiano’
Oviedo

Una caravana de tractores se planta ante la sede de Presidencia del Gobierno de Asturias: ‘Unidos por la defensa del campo asturiano’

«Estamos al límite», señalan los responsables de todas las organizaciones agroganaderas que se han unido por primera vez para luchar ante la extrema situación en la que se encuentran.


Más de medio millar de trabajadores del medio rural, con sus tractores, se han concentrado el lunes a mediodía frente a la sede de Presidencia, en el centro de Oviedo.

Se señala a la gente del mundo rural como responsable de los incendios

Mediante pancartas, música, cencerros y petardos se hicieron visibles para protestar por su precaria situación actual. El detonante último ha sido la  criminalización de los ganaderos y agricultores por las oleadas de incendios que ha sufrido Asturias estas últimas semanas. Se sienten impotentes ante estas acusaciones. Se consideran más bien víctimas ya que son quienes están viviendo en el territorio quemado y son, además quienes más han ayudado en la extinción de la mayoría de ellos

A esta queja puntual se suma el malestar por hechos más permanentes como la mala gestión de las administraciones sobre los daños producidos por la fauna silvestre, como el oso, el jabalí y, sobre todo, el lobo. Respecto a este último, los ganaderos señalan que tienen grandes problemas para que les certifiquen las muertes de su ganado y, cuando lo hacen, tardan entre 3 y 5  años en cobrar la indemnización

Momento histórico

Las organizaciones califican de «momento histórico» las reivindicaciones y han elaborado un manifiesto con una serie de compromisos para preservar el mundo rural asturiano para que lo ratifiquen todos los partidos políticos volverán a manifestarse. Por ahora, lo han suscrito: PP, Foro, VOX, Suma Principado y SOS Occidente. El manifiesto ha quedado registrado en Presidencia.

En el documento se señala que la situación que atraviesa el medio rural asturiano en general y, más concretamente, la agricultura y la ganadería, «está motivando la pérdida de poder adquisitivo y el cierre constante de explotaciones, y en lógica consecuencia, la despoblación y la pérdida de empleo y oportunidades en el sector primario».

Los siete puntos del manifiesto

En el primero de los compromisos se insta a los partidos políticos a apoyar iniciativas en la Junta General del y, en su caso, desde el propio Principado, tendentes a la exclusión del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, al control riguroso y exhaustivo de la fauna salvaje que reduzca al mínimo los daños, así como a un sistema justo, ágil y equitativo de abono de los mismos cuando éstos se produzcan.

El segundo de los compromisos se centra en presentar y apoyar iniciativas para la devolución automática de los montes «a sus legítimos propietarios, a quienes siempre los han gestionado a lo largo de la historia, evitando el expolio que supone la expropiación encubierta de los mismos por parte de la administración».

En un tercer apartado se pide un cambio radical en la gestión de la superficie forestal, que conlleve la realización efectiva de desbroces, quemas controladas, y un plan especial de refuerzo de la presencia del ganado menor.

Un control de oficio en el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, que impida la venta a pérdidas de las producciones, y el resto de garantías que la misma recoge, creando una partida presupuestaria suficiente para atender dicho cumplimiento. Este es el cuarto apartado en el que también se pide un cuerpo específico de inspección y verificación del mismo.

El quinto punto reivindica mejoras en las prestaciones sanitarias y educativas, así como de las infraestructuras en el medio rural, garantizando la cobertura total de móvil e internet en todos los pueblos y aldeas.

En el punto seis piden «una priorización, sin ambages, en la defensa de nuestras razas autóctonas», especialmente aquellas que se encuentran en peligro de extinción frente a otras que no lo están, como es el caso del lobo, o incluso también frente al oso.

Para finalizar, se reclama una comisión de seguimiento de lo acordado,  conformada por un representante de cada uno de los partidos políticos firmantes, y que se reunirá con periodicidad semestral, antes del último día del mes de junio, y del mes de diciembre de cada año.

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