Óptica para el corzo
Repasamos las características que debe reunir el equipo para poder afrontar con éxito la caza del corzo a cualquier hora y distancia.
Escribir hoy día sobre el equipo óptico adecuado para cazar una especie como el corzo no es nada fácil porque es un animal pequeño (además de muy astuto y sigiloso) que se mimetiza bien con el terreno y vive en hábitats muy diversos: en zonas boscosas y en todo tipo de terrenos con orografía y vegetación muy diversa. Incluso ha colonizado las llanuras en las que necesariamente se tiene que cobrar a grandes distancias porque el cazador no puede acercarse sin ser descubierto.
Por tanto, el equipo adecuado tiene que ser diferente dependiendo de donde se caza. Por ejemplo, dentro de un bosque, que era su hábitat preferido hace décadas y por esta razón nos referíamos a esta especie como el “duende del bosque”, la mayor dificultad puede ser la falta de luz, pero no es necesario utilizar telémetros ni rifles potentes porque se tira cerca.
Sin embargo, el corzo, aunque hoy sigue siendo duende, ya no lo es exclusivamente del bosque y dependiendo del terreno y de la hora puede ser necesario cobrarlo con poca luz a distancias largas o larguísimas, lo que exige utilizar prismáticos, visores potentes e, incluso, telémetros, además de un rifle y munición que permita hacer tiros largos.
Este artículo no considera los rifles ni los calibres adecuados para la especie, presupone que se usan en cada lance el conjunto arma-cartucho adecuado. Solo trata las características que considero que debe tener la óptica para poder cazarlo a cualquier hora y a cualquier distancia inferior o superior a 250 metros.
Comenzamos ya con los prismáticos y los visores no sin antes comentar que para poder localizar y apuntar a un corzo con poca luz, es fundamental que la calidad óptica de los prismáticos y del visor sea similar pues sirve de poco localizarlo si luego no podemos apuntarlo con precisión porque no lo distinguimos bien o directamente no lo vemos.
Los prismáticos con objetivos de 42 mm solo proporcionan buenos resultados para observar con poca luz si son de muy buena calidad. En la foto un Leupold BX-5 Santiam HD 10x42.
Prismáticos
Lo ideal sería utilizar binoculares de gama alta porque poseen lentes y prismas tratados de la mayor calidad, amplios campos de visión y son ergonómicos, ligeros, manejables, impermeables y resistentes y reproducen imágenes tal y como las vemos con nuestros ojos.
Pero si esto no es posible porque son caros o por la razón que sea, lo que no se debe hacer es usar prismáticos económicos con objetivos de 42 mm porque con poca luz no veremos bien, aunque de día nos parezcan fantásticos. Es imprescindible usar modelos que posean objetivos de 50 o incluso de 56 mm fabricados por una marca acreditada. No tienen los mismos tratamientos reflejantes, ni proporcionan la misma transmisión de luz como los de gama alta. Tampoco son tan cómodos de portar como los de 42 mm porque son más grandes y pesados, pero debido al mayor diámetro de los objetivos su rendimiento crepuscular es alto (*) y con poca luz veremos mucho mejor que con uno de gama baja de 42 mm e igual de bien o casi que con uno de gama media o incluso alta con objetivos de 42 mm de los mismos aumentos. No exagero en absoluto. Yo lo he comprobado en numerosas ocasiones, la última hace unos días comparando mi 8,5x42 de alta gama con un modesto Bushnell Trophy Xtreme 8x56 que tiene un P.V.P. de poco más de 300 euros.
Si se utiliza con poca luz un binocular económico es imprescindible que posea objetivos de 50 o incluso de 56 mm y que esté fabricado por una empresa especializada en óptica para caza, caso de los Bushnell modelo Trophy Xtreme que aparecen en la foto.
Ahora bien, aunque para cazar a distancias inferiores a 250 metros bastaría que los binoculars tuvieran 8x, es preferible que sean de 10x o incluso más potentes si esperamos con certeza cazar a mayores distancias. Digo con certeza porque el campo de visión de los modelos más potentes de 10x es muy reducido, sobre todo si no son de gama alta. Y un campo de visión grande es importante para poder localizar la caza, que es otra razón de peso para usar un binocular de alta gama siempre que sea posible.
Por supuesto, ni que decir tiene que si usamos un binocular de alta gama con objetivos de 50 mm, no digamos de 56 mm, veremos con poca luz mejor mucho mejor que con uno de la misma marca y gama que tenga objetivos de 42 mm.
(*) La potencia nocturna o rendimiento crepuscular se calcula multiplicando la raíz cuadrada de los aumentos por el diámetro del objetivo. Es un valor teórico en el que influye también la pupila de salida y la transmisión de la luz y, por tanto, la calidad de la óptica. Pero si se comparan prismáticos que tienen los mismos aumentos y misma calidad explica por qué se ve mejor con los que poseen objetivos más grandes.
Hasta 250 m no es necesario que la mira tenga más de 12-16 aumentos ni tampoco que tenga mando para anular el paralaje, pero si lo tiene mejor porque nos será muy útil en caso de necesitar tirar más lejos.
Visores
Con los visores no es recomendable utilizar modelos económicos porque ni siquiera utilizando modelos con objetivos grandes veremos bien.
Como mínimo, se deben usar miras de gama media, sobre todo si no tenemos que disparar muy lejos, pero es preferible utilizar los de mayor precio a cualquier distancia.
Además, si es de gama media el objetivo debe ser de 56 mm, diámetro también recomendable para las miras de alta gama, aunque con las de mayor precio y calidad (Swarovski, Zeiss, Leupold, etc. ) con los de 50-52 mm también se consiguen buenos resultados durante el amanecer y el anochecer.
Independientemente de los aumentos, como norma general se deben usar visores de gama alta o media que tengan objetivos más grandes de 50 mm. Si se van a utilizar a grandes distancias es importante, además, que se puedan equipar o vengan de serie equipados con torretas balísticas. Es el caso, por ejemplo, de los modernos visores Blaser B2 2,5-15x56 y del Steiner Ranger 8 3-24x56 BT de las imágenes.
Hasta 250 metros no es necesario usar visores de más 12-16 aumentos ni que éstos se puedan equipar con torretas balísticas (salvo que se sea aconsejable, por ejemplo, porque la munición tenga mucha caída) ni tampoco que posean control de paralaje, aunque seguramente lo llevará el visor si es moderno y tiene 15x-16x porque con estos aumentos se puede cazar a distancias más largas y los fabricantes los proporcionan para que el cazador pueda eliminar un posible error de paralaje que, en caso de producirse, podría ser la causa de que se falle el disparo o se hiera la pieza.
Y a más de 250 m miras de como mínimo de 18x o 20x o incluso más, depende de a qué distancia necesitemos tirar.
Dos especialistas en el crepúsculo con aumentos adecuados para cazar a distancias cortas y largas: Zeiss V8 2,8-20x56 montado en un K95 y Blaser 4-20x58 iC en un Blaser R8.
Hay visores de precio medio muy potentes que poseen todo lo que se necesita, caso por ejemplo del nuevo Steiner 8 3-24x56 BT, pero es más recomendable usar miras de alta gama porque son las que poseen los mandos más precisos, las mejores unidades de iluminación y, en suma, las que a grandes distancias mejores resultados proporcionan.
Eso sí serán muy caras porque que hay que tener en cuenta que los visores son aparatos ópticos mucho más complejos y especializados que los prismáticos.
Los más simples poseen zoom, una retícula y mandos que permiten corregir el punto de impacto y su coste de fabricación no es muy alto. Pero los más complejos poseen además unidades de iluminación, mandos de paralaje, se pueden equipar con mecanismos de ajuste rápido de la retícula (torretas balísticas) y todos tienen que funcionar con la precisión de un reloj, por lo que si están bien hechas y además poseen lentes exteriores que repelen la suciedad, son impermeables y resistentes no es barato fabricarlas.
Los telémetros con formato de monocular son los más populares y ligeros, por lo que los comercializan numerosas marcas. El Bushnell Nitro 1800 de la imagen es muy potente y útil para un cazador porque viene equipado con compensación de ángulo con inteligencia balística y se puede programar para que tenga en cuenta los datos ambientales.
Telémetros
Para cazar hasta unos 250 metros no es necesario usar telémetro. Con poner el rifle convenientemente a tiro, basta. Sin embargo, no está de más llevar un monocular en el bolsillo del chaleco porque a veces la distancia engaña, o por lo menos me engaña a mí.
Pero para disparar más lejos y en general para cazar con poca luz es mejor utilizar un telémetro balístico que tenga formato de binocular y que, como mínimo, nos informe de la distancia horizontal a la que está el corzo porque en función de esa distancia y de la que esté puesto a tiro el rifle podremos actuar sobre el mando de altura de la mira para compensar la caída del proyectil. Este tipo de telémetro presenta la ventaja sobre el monocular que sustituye al prismático.
Más útiles son los telémetros-balísticos que tienen forma de binocular, pues sustituyen a los prismáticos y son más estables y potentes que los monoculares. En las fotos aparecen un Steiner Ranger LRF y un Zeiss Victory RF, ambos con formato 10x42.
Digo como mínimo porque lo suyo sería usar un telémetro balístico “inteligente” que se pueda programar con los datos del cartucho que usamos e incluso con los datos meteorológicos y de altitud de la zona de caza porque podremos corregir el punto de impacto con mayor precisión, lo que sin duda es importante cuando se caza a distancias muy largas un animal pequeño como el corzo.
El más perfecto de todos los tipos de binoculares telémetros que conozco lo comercializa Swarovski en color verde o naranja y con formato 8x42 ó 10x42, con el nombre de EL Rage TA y más que inteligente es una “lumbrera” porque además de proporcionarte en tiempo todos los datos balísticos que se necesitan para regular el visor posee un asistente de rastreo que, por ejemplo, es capaz de conducir al cazador al lugar donde ha disparado para evitar que pierda el trofeo.
El avance más importante en inteligencia artificial aplicada a la óptica de caza se debe a Swarovski Optik. El binocular EL Range TA informa al cazador en tiempo real sobre la trayectoria de una bala hasta distancias superiores a un kilómetro teniendo en cuenta todos los parámetros que influyen en la balística. Y el visor dS 5-25x52 Gen II hace lo mismo y además indica en su pantalla cómo tiene que apuntar.
Mucho menos utilizados que los monoculares y binoculares son los visores-telémetro, pero los hay por lo que finalizamos estas notas nombrando al más perfecto que conozco y que también es un Swarovski: el dS Gen II. Tiene un zoom de 5-25x, objetivo de 52 mm y no solo calcula en 0,7 segundos el punto de impacto correcto hasta 1.375 m con solo pulsar un botón y teniendo en cuenta en tiempo real la distancia, el ángulo de tiro, la presión, la temperatura y los datos del cartucho que se utiliza, sino que indica en su pantalla al cazador cómo tiene que apuntar. Solo le falta que te de una colleja si fallas.