Una nueva enfermedad para el corzo
Corzo

Una nueva enfermedad para el corzo

Quizá no conozcas lo que esconden las palabras miasis pendular, pero si eres aficionado al corzo empezarás a oír hablar de ella y de las moscas azules.


Ha sido la Facultad de Veterinaria de Lugo la encargada de realizar un estudio a partir del análisis de 35 corzos para determinar si la miasis pendular detectada en un ejemplar en 2020 era algo anecdótico o suponía el comiendo de una nueva preocupación para la especie.

El 15% de los corzos analizados dio positivo

Todos los ejemplares estudiados eran machos. De ellos, cinco fueron diagnosticados con miasis severa en la base de las astas, lo que supone la considerable cifra de casi el 15%. Esto supone, además de la primera investigación sobre este tipo de miasis, que la incidencia de la enfermedad se ha acrecentado en poco tiempo.

La investigación también ha determinado que todos los machos afectados, analizados tras morir en verano, presentaban una herida cutánea de entre 1,5 y 15 centímetros de diámetro alrededor de los pedículos, con destrucción extensa del tejido, exposición de los huesos frontal y parietal e infestación masiva por larvas de dípteros de una longitud de entre 2 y 12 milímetros.

La mosca había alcanzado la cavidad craneal en uno de los corzos, dejando seis larvas de Lucilia césar o mosca azul. En otros dos ejemplares se encontraron larvas en la cavidad nasofaríngea.

¿Cómo se producen esas heridas donde la mosca deposita las larvas?

Cuando estos pequeños cérvidos entran en la época de celo, sus pugnas entrechocando las cuernas les producen en heridas que las moscas pueden infestar fácilmente. Los huéspedes aprovechan esas heridas previamente existentes para depositar la infestación de sus huevos. Además, cuando los animales descorrean y pierden la borra, las cuernas sangran y pierden ese tejido muerto, que atrae a las moscas.

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