Una espera de récord: el cazador abate dos jabalíes medallables en menos de una hora
Crónicas de caza

Una espera de récord: el cazador abate dos jabalíes medallables en menos de una hora

Junto a estos dos espectaculares ejemplares con 21 y 18 centímetros de colmillo, el cazador abatió un tercer macho también con boca. Una jornada de caza por control de daños a la agricultura en una finca abierta que por siempre permanecerá en la memoria del esperista.


Una vez realizadas las mediciones iniciales por el taxidermista del cazador el animal de mayor longitud de colmillos ha obtenido una puntuación merecedora de una medalla de oro, mientras que el macho de 18 centímetros de navaja y 105 kilos de peso es medalla de bronce.

Un año tras la pista del "Mataperros"

Ese es el apodo que habían puesto los cazadores de la zona a un peligroso macho que había acabado con la vida de varios perros de los cazadores de conejos a diente. En una ocasión llegó a herir a uno de los cazadores locales cuando trató de proteger a sus podencos del ataque del cochino.

El cazador necesitó de ocho puntos de sutura para cerrar la herida que le produjeron los colmillos del macareno. Manuel Tobajas, cazador nacido en la localidad cordobesa de Fuente Ovejuna y afincado hace una década en la Comunidad Valenciana, sabía de la existencia del belicoso macho desde marzo del pasado año. En más de una treintena de ocasiones había tratado de abatirlo la anterior temporada, pero, a pesar de haberlo visto y oído varias veces, no había podido lograr su objetivo.

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Los dos jabalíes medalla abatidos en la misma espera.

El cazador festeja Las Fallas abatiendo un jabalí medalla de oro

El esperista tuvo que esperar la llegada de este mes para volver a intentar abatir al cochino que tenía atemorizado a todos los podenqueros de la comarca. La primera semana de esperas de jabalí de la temporada en la zona el cazador tuvo la oportunidad de acabar con la leyenda del Mataperros, pero al apretar el gatillo de su rifle semiautomático Benelli Argo Confort del calibre .300WM no salió la bala del cañón del arma.

Manuel no había desactivado el seguro del rifle antes de encender la linterna. El macho nada más ser iluminado por la luz del dispositivo huyó del lugar. El esperista pensó en ese momento que no volvería a ver al jabalí. El segundo fin de semana del mes volvió a esperarlo en el almendral, pero el suido no compareció a la cita. El pasado viernes pese a encontrarse la Comunidad Valenciana en plenas Fallas decidió volver a intentar por enésima vez su abate.

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El taxidermista asegura que el trofeo mayor será medalla de oro. A la derecha, los tres trofeos que le harán recordar siempre la noche de espera.

Un joven macho acompañado de una piara de hembras

El cazador pensaba situarse en el puesto a las 17:00 horas, pero se quedó dormido. Su mujer lo despertó a las 19:00 horas. Tras recorrer la hora de camino que separa su vivienda del cazadero el cordobés se situó en una caseta que ha fabricado para esperar a los cochinos en los almendros.

 

Al asomarse a los árboles pudo ver a un macho joven junto a un grupo de hembras. Lo derribó de un único disparo a 65 metros de distancia. El ejemplar fue recuperado por el esperista la mañana siguiente a 20 metros del lugar del lance. Como era muy temprano para regresar a casa decidió permanecer en el apostadero con el objetivo de disfrutar de la naturaleza.

 

El "Mataperros" entró encelado buscando a un grupo de hembras

Ante la sorpresa del cazador veinte minutos más tarde del abate del macho vio cómo se aproximaba por una vereda, que accedía al cultivo, el Mataperros. El macho se dirigía al lugar donde minutos antes estaba el grupo de hembras junto al joven cochino. Manuel lo derribó de un certero disparo a 70 metros de distancia.

 

Pesaba 90 kilos y sus colmillos medían 21 centímetros. Según la valoración inicial del taxidermista del esperista el trofeo del cochino es merecedor de una medalla de oro.

Abate un jabalí medalla de bronce en la misma vereda que cazó minutos antes el cochino oro

Mientras Manuel estaba aún asimilando que había logrado cazar al macho al que seguía la pista desde hacía un año, escuchó los pasos de otro cochino. El animal se dirigía a los almendros por el mismo camino que había traído el jabalí oro.

 

Lo derribó también del primer disparo a 70 metros de distancia. El ejemplar pesó 100 kilos y sus colmillos medían 18 centímetros. Tras ser medido por el taxidermista de Manuel ha obtenido una puntuación también merecedora de medalla.

 


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