«Con los datos que tenemos podemos afirmar que en España la tórtola está recuperándose poco a poco»
Dr. Carlos Sánchez García-Abad, director de investigación de Fundación Artemisan

«Con los datos que tenemos podemos afirmar que en España la tórtola está recuperándose poco a poco»

Carlos Sánchez García-Abad dirige el proyecto sobre la tórtola en España y su caza, con el fin de demostrar ante Europa que siempre es mejor gestionar una pieza cazable que prohibirla. Su equipo está estudiando los problemas de la especie y cómo habría que cazarla para que se mantenga en el futuro y se aleje de una moratoria que la prohibiría para siempre.


—Tras la carta enviada por la Comisión Europea a los países de la Unión pidiendo una moratoria de la tórtola, moratoria que sería la prohibición definitiva de la especie, el sector cinegético, representado por la Federación Española de Caza y la Fundación cinegética Artemisan se movilizaron para demandar una gestión inteligente de la especie frente a su prohibición, que solo ocasionaría su rarificación o extinción definitiva, como ha pasado en Reino Unido. Bien, vamos por partes, ¿quién le dijo a la Comisión Europea que la tórtola necesitaba una moratoria?

Esta historia tiene miga. Hay que comenzar diciendo que en 2018, la Unión Europea aprobó el plan internacional de acción para la tórtola europea, un documento en el que participaron científicos, administraciones y asociaciones de cazadores de toda Europa;

Redactar este plan llevó varios años, y en base a los estudios científicos sobre tórtola realizados hasta el 2018, se propuso una hoja de ruta para atajar los principales problemas de conservación: la pérdida de hábitat, cierta sobrecaza y caza “ilegal”. Uno de los puntos en el que no todos los estados miembros de la Unión Europea estaban de acuerdo fue en la moratoria, y de hecho se incluyó una cláusula para indicar los países que la rechazaban, entre ellos España.

Tiempo después, un consorcio de trabajo comenzó a desarrollar un “mecanismo de caza adaptativa”. Por resumir, este mecanismo consiste en conocer el estado de las poblaciones de tórtola a nivel global -y de esta forma entender si las poblaciones crecen, disminuyen o están estables-, fomentar la gestión del hábitat que pueda favorecer a la especie y plantear sistemas eficientes para asignar cupos de caza y controlar su cumplimiento. Desde Fundación Artemisan participamos en una parte de dicho consorcio, en concreto en un estudio exhaustivo de la gestión del hábitat en los cotos para favorecer que éstos sigan gestionando la especie y, de esta forma, cazarla de forma sostenible en el futuro.

«Desde la Fundación Artemisan siempre nos hemos posicionado en contra de una moratoria general de la tórtola porque cada vez que se ha prohibido la caza de una especie, no se ha vuelto a cazar»

En el consorcio, otras entidades científicas realizaron modelos matemáticos para establecer cuál sería el futuro de la población de tórtolas en el medio y largo plazo, proponiendo a grandes rasgos dos opciones:

  1. No cazar durante varios años hasta que se comprobara una recuperación de las poblaciones, desarrollar un sistema para asignar cupos y al mismo tiempo, fomentar la gestión del hábitat en los cotos para no perder el interés y trabajo de los gestores.
  2. Cazar un pequeño cupo, junto con las otras actividades mencionadas. Se habló de autorizar la caza de unas 250.000 tórtolas entre España, Francia, Italia y Portugal.

La decisión final de implementar una moratoria de la tórtola fue tomada por la Comisión Europea, que a su vez emplazó a que los estados miembros escogieran la primera opción al entender que no se daban las condiciones para realizar una caza sostenible de la especie. Después volverían las “cartas de emplazamiento” para que los países cumplieran con la moratoria, y de no ser así serían sancionados.

Desde Fundación Artemisan siempre nos hemos posicionado en contra de una moratoria general de la tórtola, porque salvo honrosas excepciones, cada vez que se ha prohibido la caza de una especie, no se ha vuelto a cazar, y además no se han atajado los problemas reales de la especie, como sucede con los problemas del hábitat. Estamos de acuerdo con que si se tienen que tomar medidas sobre el modelo de gestión de una especie, se tomen, incluyendo las relacionadas con la caza. De hecho, el estudio que lideramos dentro del consorcio, mostró que un porcentaje muy elevado no cazaba la tórtola antes de la moratoria, pero la seguía gestionando con vistas a cazarla en el futuro. Pero una moratoria “sin más” no es la solución, ni para la tórtola ni para ninguna especie.

Recordemos que el verano del 2021, la declaración de la moratoria abrió la puerta a que la tórtola dejara de ser especie cinegética; y por muy poco esto no sucedió, en la misma votación en la que se decidió de forma arbitraria y sin base científica que el lobo ibérico dejara de ser especie de caza.

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—¿En base a qué estudio se afirmó que la tórtola estaba en peligro?

Los datos que se utilizaron en el consorcio fueron los ofrecidos por el “sistema paneuropeo de seguimiento de aves” (PECMS), que se nutre principalmente de la información facilitada por las sociedades ornitológicas de cada país, en el caso de España SEO-Birdlife. Estos son los datos oficiales que se utilizan para conocer y entender las tendencias de las aves, y que se tienen en cuenta en Bruselas.

—Después de esto le pregunto: ¿Está realmente la tórtola en peligro?

Es evidente, y así lo dicen los datos, que en Europa se ha producido una disminución muy fuerte de la tórtola desde 1980, pero el descenso no ha sido el mismo en todos los países. Por ejemplo, en Reino Unido han perdido prácticamente el 90 por ciento de las poblaciones y en España un 30 por ciento para el período 1996-2018, aunque desde los años 2012-2013 se está registrando una estabilización y ligera recuperación de las poblaciones en nuestro país. En este sentido, los datos que vamos recogiendo con el Observatorio Cinegético nos están diciendo que en algunas regiones la población de tórtola es estable. Por lo tanto en algunos países la tórtola está en peligro, y en otros no, pero al tratarse de un ave migratoria que puede encontrarse en tantos países pueden darse situaciones muy distintas.

«Somos los primeros en denunciar que la “sobrecaza” puede ser un problema tanto para la tórtola como cualquier especie»

También hay que pensar que en 1980, España y otros países tenían más hábitat de calidad disponible para la tórtola y para otras especies de aves, tanto cinegéticas como no. Quiero decir que comparar la situación actual de las especies, con la que existía hace 40-50 años, en contextos distintos, puede arrojar conclusiones erróneas, y casi siempre se hacen interpretaciones erróneas del impacto de la caza. En los años 1970 y 1980 teníamos muchos menos corzos, jabalíes y cabras montesas que en la actualidad, pura y simplemente porque estas especies tenían mucho menos hábitat del que tienen hoy.

En el caso de España, con los datos que tenemos podemos afirmar que la tórtola está recuperándose poco a poco, aunque tenemos interrogantes por el efecto real de la moratoria y el hecho de que no se está resolviendo la falta de hábitat de calidad para la especie; en otras palabras, de nada -o poco- valdrá la veda de la especie para recuperarla si no se invierte más en lugares para que la tórtola críe.

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—En la actualidad, ¿cuáles son los principales problemas de la tórtola?

Lo que nos dice el plan internacional es que en el 2018 los problemas más importantes eran la pérdida de hábitat, sobrecaza y la caza “ilegal”. Para mí está claro que en España el principal problema de la tórtola hoy en día y en el futuro es el hábitat, como sucede con otras especies de aves y mamíferos cinegéticos. La tórtola se cazó hasta el año 2020 y desde el 2012-2013 se está observando una recuperación en las poblaciones, por lo que la caza no tiene por qué ser un problema. Y dicho esto, somos los primeros en denunciar que la “sobrecaza” puede ser un problema tanto para la tórtola como cualquier especie, y así lo hemos demostrado en un artículo científico publicado recientemente sobre la tórtola.

—Es usted el director del proyecto diseñado y financiado por Artemisam para demostrar que es mejor gestionar la caza de la tórtola que prohibirla. Después de casi un año de investigación, ¿han podido demostrarlo?

Llevamos trabajando desde el año 2018 en varios proyectos sobre tórtola que cuentan con el apoyo de la Junta de Extremadura, fondos propios de Fundación Artemisan y ahora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por un lado tenemos el proyecto de recuperación integral de la tórtola en Extremadura “PIRTE”, y por el otro el Observatorio Cinegético y cotos demostrativos, ahora dentro de un convenio de colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Por el momento, lo que hemos podido demostrar es que los cotos que cuentan con un hábitat óptimo y que realizan gestión cinegética albergan elevadas densidades de tórtolas, y ahora estamos analizando lo importante que es la gestión para poder albergar buenas poblaciones de tórtola.  Además, estamos consolidando una red de cotos que cuentan sus tórtolas a través del Observatorio Cinegético, que nos sirve para determinar la población de tórtola que hay y de esta forma plantear una caza sostenible a futuro.

En efecto, es mejor gestionar la caza que prohibirla, y como dije antes, saber cuándo y cómo hay que cazar para que al año siguiente haya más tórtolas en el coto. La cuestión no es por tanto “caza sí, caza no”, sino cómo cazar y en qué condiciones.

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—¿Volveremos a cazar la tórtola esta media veda? ¿De qué forma?

No sabemos si la próxima media veda será posible, dado que deben cumplirse varios requisitos: que la población se haya incrementado durante varios años, que la supervivencia de la tórtola se mejore, y que existan métodos para controlar los cupos que pudieran asignarse. Nosotros trabajamos en todo aquello que esté en nuestra mano.

—Creo que habéis estudiado los criticados comederos de tórtolas, esos lugares en los que se aportaba grandes cantidades de grano para atraer a la tórtola y luego cazarla. ¿Qué habéis comprobado?  Si estos comederos se hiciesen desde primavera serían muy positivos para la especie, ¿no?

Como dije antes, hemos publicado un estudio que nos muestra las dos caras de la moneda de los comederos: si no se hace una planificación correcta de la caza, las tórtolas pueden cazarse en exceso (la “sobrecaza”), pero al mismo tiempo ayudan a incrementar su reproducción, y quizás la densidad de tórtolas reproductoras en los cotos. Para nosotros, aquí hay dos aspectos: de nuevo, la cuestión no es “comederos sí o no”, sino cómo utilizarlos para que las tórtolas encuentren alimento y puedan reproducirse más fácilmente, y por otro lado, entender también que hay otros elementos en la gestión que son importantes, como las siembras, los desbroces y la disponibilidad de agua. La gestión de la tórtola no puede basarse sólo en los comederos, y tampoco puede recaer toda la responsabilidad de la gestión del hábitat en los cazadores, gestores y propietarios, a los que debería apoyarse con más recursos.

«Es mejor gestionar la caza que prohibirla, y saber cuándo y cómo hay que cazar para que al año siguiente haya más tórtolas en el coto»

—¿Habéis estudiado a la tórtola en sus cuarteles de invierno en África? He oído que en algunos países las envenenan para evitar daños en la siembra de diversos cultivos.

Los estudios disponibles confirman que en los cuarteles de invernada también hay problemas de hábitat, y allí se han confirmado casos de envenenamiento por mal uso de tratamientos agrícolas, aunque no hay evidencia de que sea un problema de entidad si se compara con los cambios de hábitat, como ha pasado en las zonas de reproducción en Europa.

—A los cazadores españoles se nos prohíbe cazar la tórtola y luego tienen que ver con mucha impotencia cómo en Marruecos se cazan sin ningún control y hasta con redes. Ya sabemos que Marruecos no está obligado a cumplir la normativa europea, pero ¿no hay forma de pedir al gobierno marroquí que ayude de alguna forma a recuperar la especie?

La Unión Europea lleva demandando desde hace tiempo que se eviten las capturas ilegales de tórtolas y otras especies migratorias en África, incluyendo Marruecos. Para ello, estos países son incluidos en grupos de trabajo, como el que realizó el plan internacional. Pero dado que no son miembros de la Unión Europea, los avances van lentos y el uso de métodos ilegales se sigue produciendo.

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—¿Es cierto que ahora hay mucha tórtola que no pasa el Estrecho porque ahora el norte de África es un hábitat ideal donde hay agua y muchos cultivos, un hábitat que hace 50 años no existía?

Así es, aunque no sabemos cuántas, muchas tórtolas no pasan el Estrecho porque la agricultura en Marruecos es como era en España décadas atrás: un vergel.

—También se dice que la tórtola que se queda en Marruecos todo el verano es otra subespecie distinta de la que cría en la Península.

Correcto, es la subespecie Streptopelia turtur arenicola, siendo sobre la que principalmente se realiza la caza legal en Marruecos. En Marruecos, la temporada cinegética se extiende desde mediados de julio hasta final de agosto, por lo que las tórtolas que crían en Europa, difícilmente pueden verse afectadas por la caza legal en el Magreb. Otra cosa son las barbaridades que se hagan en migración, tanto de ida como de vuelta.

«Ahora hay mucha tórtola que no pasa el Estrecho, aunque no sabemos cuánta, porque el norte de África es un hábitat ideal donde hay agua y muchos cultivos, un hábitat que hace 50 años no existía»

—¿Es cierto la filopatría de la tórtola, o sea que la tórtola vuelve a criar donde nace si el hábitat no se ha alterado?

Sí, se ha demostrado, aunque no todas vuelven exactamente al lugar en el que nacieron. Pero es un comportamiento frecuente y muy destacable, que también se ha descrito en muchas otras especies de aves.

—Después de una media veda sin cazar la tórtola ¿se pueden ya ver resultados positivos? Perdone la simpleza, pero si se han salvado muchos más ejemplares y la filopatria es cierta, esta primavera deberían venir más tórtolas.

Es lógico que nos planteemos esta cuestión, pero responderla no es sencillo. Ya son dos “medias vedas” sin cazar la tórtola (2021 y 2022), y junto con la filopatría, lo esperable sería que esto acelerara la recuperación de las población, simplemente porque no hemos cazado una proporción de las aves. Pero no sabemos con precisión en cuántos cotos se sigue gestionando tórtola, y cómo afectan otras cosas, como la supervivencia durante el invierno en los cuarteles de cría en África. Sabemos que hay muchos cotos en España que siguen apostando por la tórtola, pero si no conseguimos gestionar el hábitat para tener más territorios para que críe, los efectos de la moratoria podrían ser limitados.

—Voces autorizadas dicen que la tórtola turca desplaza a la común. ¿Es cierto? Y si lo es, ¿no sería lógico autorizar la caza de la tórtola turca?

No existe ninguna evidencia científica que demuestre esto. La turca cría en un sitio y la común en otro, no hay competencia en este sentido. Se ha comprobado que en zonas de alimentación que la turca puede ser muy agresiva, como lo es en ciudades con otras especies, pero no representa un problema. Pero cazar la turca allí donde es muy abundante es una posibilidad.

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