La caza, una actividad para todo el año
La llegada de la veda no debe significar el cese nuestra actividad cinegética.
Otra temporada de caza se ha terminado, nos esperan unos meses de inactividad venatoria, salvo algunos recechos en primavera, pero son muchas las actividades que debemos realizar en este tiempo, para conseguir una mayor eficacia y seguridad en la próxima temporada. Esas actividades, también debemos considerarlas como caza.
Actuaciones en el coto de caza
Cada nueva temporada de caza comienza en el mismo momento en que acaba la anterior, aprovechando las experiencias que nos ha dejado. Todas las labores que hagamos, debemos hacerlas respetando las normas legales vigentes y deberán estar terminadas antes del mes de julio, para que los animales se acostumbren a los cambios realizados y no los extrañen al comenzar la nueva temporada.
Me dan mucha envidia los cazadores de algunos países europeos, la administración confía en ellos y es menos intervencionista que la nuestra, que quiere controlarlo todo desde los despachos. Los cazadores se sienten responsables de su coto de caza, realizando todo tipo de labores de control y mejora en él durante todo el año, como he dicho antes: ¡Qué envidia me dan!
Señalización del coto: Revisaremos todas las señales o tablillas que marcan los límites del coto y de las zonas de reserva, comprobando que no falten, que sean visibles y que estén en buenas condiciones.
Censos: Siempre que sea posible participaremos en los censos y conteos, tanto de caza mayor como de menor, así como de la fauna no cinegética. Es una buena manera de colaborar con la naturaleza, de aprender y conocer mejor nuestro coto y de disfrutar de él.
Puestos de caza: Analizar y aprovechar las experiencias de la temporada recién terminada para cambiar o mejorar los puestos cuando lo consideremos conveniente y de limpiar los tiraderos. Hay puestos que basta con desplazarlos unos metros para que sean más eficaces y seguros.
Siempre he defendido que la seguridad debe ser primordial a la hora de colocar los puestos. Se deben situar próximos a los pasos habituales de los animales y aprovechando, cuando sea posible, los accidentes del terreno para que queden desenfilados y separados entre ellos, también debemos marcar los ángulos seguros de tiro. Cuando los puestos estén alineados, los colocaremos siempre de forma que todos los disparos se realicen con el animal pasado, nunca hacia la dirección que trae la batida y respetando un ángulo de seguridad de 30º con nuestros compañeros.
En cuanto a las palomeras, revisaremos su seguridad, estado de conservación y limpieza.
Sendas y veredas: Con el paso del tiempo y la disminución de las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, el crecimiento continuo de la vegetación va cerrando las sendas y veredas de los montes, debemos mantenerlas transitables, con ello no solo facilitaremos nuestros desplazamientos, también ayudaremos a todas las personas que, por trabajo u ocio, necesiten moverse por el coto, pastores, guardas, bomberos, etc.
Fuentes y bañas: Para la fauna en general, cinegética o no, tanto mayor como menor, aparte de la comida, es muy importante disponer de agua y bañas limpias y tranquilas.
Relaciones con otros cotos
Este es un buen momento para establecer y mantener buenas relaciones con otros cotos y sus asociaciones de cazadores, sobre todo con nuestros vecinos. Con respeto, organización, colaboración e incluso realizando batidas conjuntas, la eficacia y disfrute de nuestras cacerías será mayor, algo especialmente importante en este momento en el que, debido a una serie de factores, las poblaciones de algunas especies cinegéticas están teniendo un gran incremento, con los múltiples y graves problemas que eso genera. Debemos colaborar a mantener dichas poblaciones dentro de los límites aceptables.
Mantenimiento físico
La caza es una actividad que, a veces, exige un esfuerzo físico de moderado a intenso y de larga duración. Es muy importante para todas las personas, pero especialmente para los cazadores, mantenernos en buena forma física todo el año, evitando el sedentarismo, caminar todos los días 45 o 60 minutos con paso rápido es un buen hábito, subir andando las escaleras de dos o tres pisos o practicar habitualmente algún deporte también son actividades saludables.
Debemos mantener una dieta equilibrada y sana todo el año. Está demostrado que tener unos buenos hábitos alimenticios, colabora en gran manera a nuestra salud. La caza no debe ser una excusa para saltarse la dieta o la medicación que tengamos habitualmente.
Armas
Este es el momento de realizar una profunda limpieza, revisión y en su caso reparación de nuestras armas, o de llevarlas a un armero profesional para que lo haga. Las armas son herramientas de precisión y para su correcto funcionamiento y nuestra seguridad, deben mantenerse en perfecto estado.
Si vamos a cambiar de arma, de sistema de puntería o de munición debemos hacerlo ahora, para tener tiempo de ajustar y probar los cambios realizados antes de que llegue la nueva temporada.
Entre cazadores, es frecuente dedicar mucho tiempo a hablar, incluso a discutir, sobre la eficacia de las diferentes armas, municiones, etc. pero dedicamos muy poco tiempo a entrenarnos en el tiro. Debemos aprovechar esta época para, dentro de lo posible, acudir periódicamente a algún campo o galería de tiro y practicar, a esto lo llamo “El factor humano” y es mucho más importante que las diferentes herramientas que utilicemos.
Formación
Conviene leer a los buenos autores cinegéticos, son momentos placenteros para todo cazador y es mucho lo que podemos aprender de ellos. Es muy fácil y habitual caer en la tentación de creer que con los muchos años que llevamos cazando, lo sabemos todo, somos los mejores, no necesitamos aprender, tenemos los mejores perros, etc. esto supone un grave error, nunca se termina de aprender y mejorar, la naturaleza siempre nos sorprende.
Tenemos que ser humildes, siempre habrá personas con más experiencia, más conocimiento, mejores ideas y capacidad de transmitirlas que nosotros, debemos aprovecharlo.
Miguel Iñigo Noain (ADECANA)