Así se las ingenian estos cazadores gallegos para transportar los jabalíes abatidos
Los integrantes de la cuadrilla de cazadores de Monteseixo ‘O Pelete’ aprovechan la carne de las piezas abatidas cueste lo que cueste. Dada la orografía del terreno en la que cazan habitualmente se ven obligados a cargar los cochinos cazados sobre sus hombros o arrastrarlos varios kilómetros campo a través para llevarlos hasta los vehículos.
Diferentes investigaciones ponen en valor los beneficios para la salud del consumo de carne de caza. Estudios científicos realizados por la Fundación Alemana de Fauna Salvaje, por ASICCAZA y la Fundación Artemisan en colaboración con investigadores del Área de Tecnología de Alimentos de la Universidad de Castilla-La Mancha, lo confirman. Además de tratarse de un alimento con un elevado aporte proteico, y con altos valores en hierro y selenio además de en vitaminas del grupo B y aminoácidos esenciales, la carne de caza es la más ética y sostenible que se puede comer. Se trata de un alimento saludable y ecológico.
Un cazador nunca deja en el campo una res abatida
El colectivo cinegético cumple estrictamente la norma no escrita que forma parte del código ético de los cazadores que dice que "jamás se abandonará en el campo una pieza abatida". Los 25 miembros de la cuadrilla de cazadores de Monteseixo "O Pelete" no escatiman en su esfuerzo a la hora de sacar un jabalí capturado del monte. A lo largo de la presente temporada se han visto obligados a cargar a hombros, arrastrar o portar colgado en un palo los suidos cazados en las zonas más elevadas de la comarca de La Lama.
Los cazadores abaten cada año una media de entre 30 y 40 jabalíes. Este año, al igual que otros muchos jabalineros de Cantabria, Asturias y Galicia, han observado que las poblaciones de cochinos se han desplazado de sus zonas habituales de caza como consecuencia de la presión ejercida por los lobos. Según el cazador que actúa de portavoz del grupo de cazadores, "hasta esta temporada habíamos levantando bastantes cochinos.
Los números no reflejaban los animales vistos en cada jornada debido a que esta zona de caza tiene una orografía muy abrupta. El relieve del terreno permite que escapen gran parte de los suidos desencamados por los perros. Este año hemos notado una importante disminución en el número de cochinos en el monte por culpa de la expansión de las poblaciones de lobos".
Javier Fernández
