Proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales: 49 páginas de barbaridades, de ataque al mundo rural y empoderamiento del mascotismo
Opinión

Proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales: 49 páginas de barbaridades, de ataque al mundo rural y empoderamiento del mascotismo

En esas 49 páginas que constituyen el “Proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales” pocas líneas he vislumbrado que no deban ser tachadas, desmontadas o corregidas. Desde la primera hasta la última frase de este proyecto penalizan la vida del pueblo.


El ciudadano rural, por el mero hecho de tener cultura no urbanita, debe ser sancionado y castigado. Esta propuesta penaliza la vida natural y pretende eliminar la vida de los pueblos con sus animales. El mascotismo punitivo y contra natura de este proyecto solo podría tener sentido en ambientes megaurbanizados construidos contra la naturaleza, donde los animales domésticos humanizados se “fusionasen ilusoriamente” con los derechos las personas.

Este proyecto es absurdo a todas luces. La propuesta de ley olvida que biológicamente a cada especie le corresponde una ecología propia. Lo que conlleva a respetar las normas higio-sanitarias por el bien de la salud de hombres y de los animales. Las reglas naturales no desaparecen, por muy fuertes que sean los sentimientos del mascotismo traducidos a ley. Precisamente ahí radica el espíritu incoherente de este proyecto, porque pretende a partir de sentimientos legislar hechos.

Y cuando algo es absurdo e incoherente, no puede aplicarse al mundo real. Los disparates de la propuesta de Ley no tienen parangón, por ejemplo “colonias felinas” eufemismo para designar una plaga antropomórfica, “entidades de protección animal” eufemismo para designar un chiringuito de mascotistas, “RAD, RAS y GCOF” eufemismos para designar patrullas caninas (nótese que pasamos de los dibujos de Walt Disney a proyecto de ley).

Las propuestas de ley deberían ser discutidas y corregidas por los ciudadanos durante varios años hasta quedar bien pulidas. No tiene sentido legislar sin un capítulo presupuestario que soporte la futura ley. Es estrafalario hacer leyes complejas de protección de los animales domésticos que no se sustentan en el conocimiento científico y que, además, van más allá que la propia legislación de las personas.

Es importante resaltar que la exclusión de los perros de caza no remedia el ataque directo de la ley a la vida rural. Es llamativo que los medios de comunicación sólo han promovido los relatos manipuladores sobre las bondades de este proyecto, señalando los argumentos que tapan la realidad del texto. Además, que les digan a los cazadores que estén tranquilos que esta ley no va con ellos, cuando en realidad se trata de la prohibición de su mundo natural.

 

Doctor Jesús Nadal, catedrático de la Universidad de Lérida (UdL)

Consulta el proyecto completo de ley animalista en este enlace.

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