Un burro transporta a un cachorro de kangal turco en las alforjas
A los perros pastores y al ganado les une un vínculo fuerte e indisoluble. Este nexo entre las reses y los canes se logra mediante el mecanismo de impresión o troquelado en los perros protectores del ganado.
En la región italiana de Lombardía, los burros realizan una función similar a esta con los corderos que no pueden seguir al rebaño. A los animales que transportan a los ejemplares con escasos días de vida se les denomina popularmente burros niñera. En el país transalpino se convirtió en una tradición que aún se puede ver en los pastos que rodean las cadenas montañosas. En las alforjas destinadas para este fin pueden viajar de seis a ocho borregos.
Mecanismo de impresión o troquelado en los perros pastores
En este vídeo, publicado en el grupo de Facebook Pasión por los Perros de Trabajo, podemos ver como dos cachorros de la raza kangal turco, perro pastor de origen otomano, acompañan a un rebaño de ovejas. Un tercer can de menor edad que sus congéneres no puede seguir el ritmo de avance del ganado. El pastor ha decidido transportarlo en las alforjas que porta un burro que camina junto a las reses.
Los perros pastores son integrados en los rebaños que van a proteger el resto de su vida desde corta edad. El objetivo de esta pauta es crear un fuerte vínculo entre los cánidos y el ganado. Para lograr esta unión entre los canes y las reses, los cachorros, desde que cuentan con pocos días de vida, se crían en corrales con los animales con los que va a convivir, de ahí que los reconocen como su especie materna.
El cachorro, en su primer año de vida, asimila la imagen, los sonidos y los olores de los animales que va a cuidar. A través de este proceso, según el Premio Nobel Konrad Lorenz, quedará impresa de por vida la imagen materna del ganado con el can a través del mecanismo de impresión o troquelado.
CdC
