La vida secreta de las becadas grabada con una cámara de visión térmica
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La vida secreta de las becadas grabada con una cámara de visión térmica

Un cazador ha inmortalizado a un grupo de arceas alimentándose en un prado próximo a un núcleo urbano. Las aves se preparan para realizar el viaje de regreso a las zonas de cría. No te puedes perder estas imágenes de singular belleza.


La contrapasa o retorno de las gallinetas al norte y Centroeuropea se produce durante la segunda mitad de febrero y a lo largo del mes de marzo.Las pitorras necesitan incrementar sus niveles de grasa antes de emprender su periplo migratorio.

Las becadas se preparan para retornar a las zonas de cría

Carlo Torre, un cazador y colaborar de diferentes programas cinegéticos italianos, ha grabado estas impresionantes imágenes en la localidad de Busalla, comuna italiana de la provincia de Génova. El cazador ha visitado de noche un pastizal en el que varias arceas se alimentan de lombrices, larvas e insectos.

La chocha-perdiz suele ocultarse en las horas diurnas en zonas sombrías y arboladas con lecho de hojarasca y acude al caer el sol a zonas en las que encuentran alimento. Gracias al dispositivo de visión térmica que porta el cazador, consigue registrar a las aves clavando su largo pico en el suelo y en vuelo cuando detectan su presencia.

Miles de kilómetros hasta volver a su lugar de procedencia

El proyecto Scolopax sin Fronteras, iniciativa que ha nacido y se está desarrollando con éxito en el Club de Cazadores de Becada con Perro, ha permitido conocer los recorridos migratorios de las becadas. Este proyecto comenzó en 2006, cuando fueron equipadas dos sordas bautizadas con los nombres de Carteia y Andalus.

El seguimiento de las aves se realiza mediante telemetría vía satélite. Se ha constatado el caso de una arcea, de nombre Bruixa, que recorrió más de 6.000 kilómetros durante su migración invernal hacia el sudoeste de Europa en el año 2017. La becada ‘Jarama’ equipada en la Comunidad de Madrid, en la Reserva Regional de Caza de Sonsaz, fue localizada en los Países Bajos en abril del pasado año. La pitorra había recorrido 1.350 kilómetros desde su lugar de marcaje.

 


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