La caza del jabalí en invierno en el Prepirineo catalán
Crónicas de caza

La caza del jabalí en invierno en el Prepirineo catalán

Valientes monteros y rehaleros no solo se enfrentan cada fin de semana a los colosales jabalíes que habitan en los bosques catalanes, también lo hacen a la nieve y a las gélidas temperaturas.


Uno de estos bravos cazadores vio premiado este sábado su esfuerzo y su pasión por la caza con el abate de un macho de más de 100 kilos armado con unos espectaculares colmillos.

La jornada de caza de estos cazadores al igual que la de otros compañeros que cazan en similares condiciones no acaba con el abate de la pieza. En numerosas ocasiones se ven obligados a arrastrar o portar sobre sus hombros los animales cazados varios kilómetros campo a través para llevarlos hasta los vehículos.

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El cazador con el jabalí abatido el pasado sábado. A la derecha, detalle del trofeo del macareno.

La caza extrema del jabalí

Héctor Grande es uno de esos cazadores a los que no amedrentan las gélidas temperaturas o la orografía del terreno a la hora de ir de cacería. El pasado sábado, el cazador catalán, colaborador habitual de Club de Caza, abatió un gran macho de más de cien kilos en una batida de jabalíes celebrada en Gerona.

El macareno no solo destacaba por su peso, también lo hacía por su trofeo. El puesto que le tocó en suerte al montero estaba situado junto a un caudal de agua rodeado de zarzas y carrascas. En la postura, situada en el fondo de un valle ,el montero soportó varias horas temperaturas bajo cero. A las 9 se procedió a la suelta de los perros. El cazador tuvo que esperar hasta las 13 horas para que los canes llegaran al lugar en el que se encontraba Héctor.

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El animal es un gran ejemplar de jabalí de más de cien kilos.

Una espectacular ladra de más de un kilómetro lleva al jabalí hasta el puesto del cazador

Los perros levantaron al cochino a un kilómetro de su puesto. Tras una larga ladra de los canes de rastro el macho pasó por una vereda entre las zarzas a menos de 15 metros del catalán. El cazador sabedor de que únicamente tendría una oportunidad para abatirlo dada la estrechez de la vereda esperó al cochino con el arma encarada mientras lo oía desplazarse entre los espinos.

El disparo que salió del arma del cazador, un rifle semiautomático de la marca Merkel del calibre .300WM, se paró en el codillo del macho. A pesar de estar herido de muerte se derrumbó a 40 metros del sitio del lance. Es el segundo ejemplar medallable que abate el montero en su corta trayectoria cinegética. En noviembre del año 2021 cazó un cochino de 112 kilos medalla de bronce.

El cazador catalán no se limita solamente a ir de caza. Héctor es un gran valedor de la actividad cinegética en redes sociales. Defiende la imagen de la caza públicamente en su cuenta de Instagram, con más de 11000 seguidores.

 


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