La nieve tiñe de blanco a los machos monteses en la Sierra de Gredos
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La nieve tiñe de blanco a los machos monteses en la Sierra de Gredos

Ha llegado el frío y la nieve al hábitat de una de las especies más emblemáticas de la Península Ibérica. Comienza una de las épocas del año más duras para la fauna ibérica, en la que únicamente llegarán a la primavera los más fuertes.


Espectaculares imágenes las grabadas por Alfonso Prieto, propietario de la cinegética Top Spanish Hunting y productor de filmaciones de caza, durante una jornada de caza al rececho en alta montaña.

En el transcurso de la cacería el cazador, que había contratado los servicios del gestor y guía de caza, logró su objetivo y abatió de manera selectiva una extraordinaria hembra de cabra montés con 17 años.

Machos monteses y perdices rojas luchan por sobrevivir a la ola de frío glacial que ha llegado a España

Solo los cazadores y los amantes de la naturaleza, que disfrutan de ella a pie de campo, son capaces de contemplar imágenes tan bellas como estas. Cabras montesas y perdices en todo su esplendor capean la ventisca a más de 1500  metros de altitud en la Sierra de Gredos, conjunto montañoso perteneciente al sistema Central, situado entre las provincias españolas de Salamanca, Cáceres, Ávila, Madrid y Toledo con una altitud máxima de 2592 metros sobre el nivel del mar.

En el desarrollo de una jornada de caza selectiva en este impresionante escenario Alfonso no se limitó solamente a cumplir su labor y abatir una cabra en el ocaso de su vida, también disfrutó de la naturaleza y de los animales que la pueblan.

La caza selectiva es un elemento indispensable para mantener el equilibrio entre las poblaciones de animales silvestres y evitar la propagación de enfermedades. Gracias a la cámara del cazador todos aquellos a los que se nos eriza la piel con la contemplación de los animales salvajes podemos disfrutar de estas impresiones imágenes.

 

Así sobreviven las monteses y las perdices al frío invierno

Los animales en esta época del año desarrollan comportamientos diferentes para sobrevivir. Las cabras montesas adaptan sus cuerpos al frío aumentando el grosor de su pelaje, sus mantos son más gruesos en otoño e invierno, y adecuan su alimentación en función del sustento disponible, mientras que las perdices rojas se protegen del frío gracias a su cubierta de plumas, un eficaz aislante térmico, y a su temperatura corporal media de 40 grados centígrados.

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Perdices rojas soportando las bajas temperaturas invernales.

Si quieres disfrutar de grabaciones tan espectaculares como estas no dudes en seguir al empresario cinegético en su cuenta de Instagram con más de 14.000 seguidores y en su perfil personal de Facebook.

 


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