Un jabalí de un tamaño gigante al lado del perro de caza
Vídeos de caza

Un jabalí de un tamaño gigante al lado del perro de caza

Un perro ladra ante un gran jabalí. Pero el cochino no parece impresionado por el can. Sigue buscando alimento ante la insistencia del sabueso.


O el jabalí conoce su fuerza y sabe que el perro no supone peligro alguno o, como sospechamos, se trata de un cercado de entrenamiento de perros y ese navajero está más que acostumbrado al escándalo de los canes.

Un perro de rastro húngaro

Se trata de un sabueso de Transilvania, un perro de rastro cuya finalidad es encontrar rastros de jabalíes y otros animales de la cinegética mayor y perseguirlos hasta alcanzarlos. Una vez logrado, marcan su posición como está haciendo el ejemplar que vemos en el siguiente vídeo. Lo hacen, tal y como detalla su estándar oficial, “emitiendo unos ladridos agudos con un tono lastimoso. Durante el rastreo, ladra alto con un sonido resonante que se percibe desde lejanas posiciones”.

Estamos ante una raza que casi se extinguió en el siglo XX, pero que se salvó a partir de 1968 y en la actualidad cuenta con fieles adeptos que encuentran en su capacidad de cazar solo o en parejas, una cualidad muy valiosa para perseguir presas como el jabalí, el corzo o el ciervo.

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Son perros de tamaño mediano, con alturas a la cruz, es decir, al punto más alto de la espalda, de entre 55 y 65 centímetros. Con esta referencia, podemos hacernos una idea de la corpulencia que ha desarrollado el jabalí al que ladra.

Si te gusta la raza y la quieres ver en acción, te recomendamos un par de vídeos en los que caza grandes jabalíes.

 


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