Dos perros protectores del ganado evitan que un zorro acabe con la vida de un chivo en el interior de un corral

La ganadería española se encuentra en un momento crítico ante la subida de los precios de los piensos y del combustible a lo que hay que sumar los continuos ataques de depredadores como los lobos, los temibles osos, los más pequeños meloncillos, esos depredadores alóctonos y tan temidos por los ganaderos, linces generalmente reintroducidos, sin olvidar buitres y zorros al ganado.

Hoy hablamos con un colaborador habitual de Club de Caza del sector ganadero que nos cuenta cómo sus dos mastines llevan meses evitando pérdidas entre sus cabras a manos de los zorros, algo que sí ocurría antes de la llegada de los perros guardianes a la explotación.

Desde que llegaron los mastines, los zorros no han matado chivo alguno del ganadero malagueño.

Los dos mastines se han convertido en un seguro de vida para el rebaño

Ante las pérdidas ocasionadas por las incursiones de los zorros en las instalaciones que Jorge Bandera, un ganadero de Casarabonela, municipio de la provincia de Málaga, tiene habilitadas para su ganado decidió adquirir dos mastines. En el año 2021 perdió más de una decena de chivos como consecuencia de los ataques de raposos a las crías de las cabras.

Felipe y Catalina, mastines guardianes del ganado

Desde que llegaron a la explotación ganadera Felipe y Catalina no se han vuelto a producir más pérdidas entre los 800 ejemplares de la raza malagueña que componen el rebaño de Jorge. La osadía de tratar de matar un chivo le costó la vida a un zorro el sábado por la noche. Los canes permanecen en las instalaciones de la ganadería protegiendo las crías cuando cuentan con escasas semanas de vida a pesar de tener la posibilidad de salir junto al rebaño cuando sale a pastar.

Su instinto de protección con los chotos es tal que en una ocasión uno de los perros pastores permaneció toda la noche a la intemperie protegiendo a una res con dos crías que se había extraviado.

Uno de los mastines se queda toda la noche protegiendo a una cabra del rebaño que se había quedado rezagada junto a sus dos chivos.