Una pequeña yorkshire terrier con solo tres patas, maestra en la caza de jabalíes y conejos
Perros de caza

Una pequeña yorkshire terrier con solo tres patas, maestra en la caza de jabalíes y conejos

Nina es una perra de la raza yorkshire terrier a la que perder una de sus patas, como consecuencia del ataque de un jabalí, no la ha detenido. Pese a esta merma, demuestra cada jornada que es uno de los mejores perros de caza de sus orgullosos propietarios. Te mostramos las imágenes de la valiente perra en un agarre a jabalí.


Sus dueños la han cuidado en sus peores momentos y ahora, recuperada de sus heridas, continúa con la pasión intacta por la caza. Hace dos años, un jabalí que había recibido tres disparos se rehízo y destrozó una de sus extremidades traseras. Francisco Fernández y Monserrat Laguna, matrimonio de cazadores propietarios de Nina, hicieron todo lo posible por salvarle la pata. Los veterinarios le implantaron una placa de titanio para intentar recuperar la extremidad trasera izquierda, pero el cuerpo del animal rechazó el implante.

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La perra con una de sus piezas favoritas, el conejo.

A los profesionales no les quedó más remedio que amputar la pata para salvar la vida de la hembra. Los honorarios de los veterinarios alcanzaron los 3.400€ en su intento de recuperar la extremidad de la yorkshire terrier. Tanto Monserrat como Francisco nos dicen que los pagaron encantados por la salud de su perra.

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Cuando los conejos escasearon en la zona, la perra se adaptó a la caza del jabalí.

Una yorkshire terrier especializada en la caza de jabalíes y conejos

Francisco, Montse y Miguel Barbero son los tres cazadores que gozan del privilegio de cazar cada semana que la legislación lo permite junto a Nina. La perra se inició cazando conejos cuando contaba con pocos meses de vida. A los cinco meses capturó su primer conejo a diente.

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Francisco y Miguel Barbero gozan del privilegio de cazar cada semana junto a Nina, la pequeña yorkie. A la derecha, Miguel.

Como consecuencia del declive de las poblaciones de lagomorfos en San Cugat del Vallés y del aumento en el número de cochinos los cazadores se vieron obligados a cambiar de modalidad de caza. Nina, que cuenta actualmente con siete años de edad, se adaptó al igual que el resto de perros de los podenqueros a la caza de suidos. Francisco, el cazador entrevistado por Club de Caza para la realización de este artículo, se siente orgulloso de Nina, "es uno de los perros con más afición que tengo. No duda en penetrar en cualquier tipo de maleza para desalojar al jabalí. Es una perra muy completa. Para mí es una pieza fundamental a la hora de recuperar los cochinos heridos en las esperas nocturnas".

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 Montse, también cazadora, es la dueña de la perra. A la derecha, paco.

 


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