Un cazador abate un viejo jabalí de 115 kilos durante una espera en un castañar
Crónicas de caza

Un cazador abate un viejo jabalí de 115 kilos durante una espera en un castañar

El impresionante ejemplar no solo destaca por su peso, también lo hace por sus impresionantes navajas. El jabalí no alcanza una puntuación merecedora de una medalla debido al deterioro de sus colmillos, como consecuencia de su avanzada edad y de las peleas con otros machos.


Durante los meses más fríos del año, las especies cinegéticas buscan castañas y bellotas para alimentarse. Las diferentes especies de ungulados no dudan en visitar las zonas en las que hay encinas, alcornoques, robles o castaños para comer sus frutos. La castaña es probablemente el fruto seco más rico en hidratos de carbono. Cien gramos de castañas aportan 185 kilocalorías. De los cuales tres gramos son de proteínas, entre 36 y 40 de hidratos de carbono y 2,6 de grasas. Es también muy significativo su contenido en vitaminas del grupo B y en sales minerales, en especial calcio, potasio y magnesio.

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Juancho Fernández junto al jabalí recién abatido. A la derecha, el macareno junto al arma utilizada en la espera, un rifle Sako Carbon Wolf del calibre 7mm Remington Magnum.

Un jabalí harto de castañas

Juancho Fernández, es un cazador especializado en la caza de jabalíes a la espera y de ciervos y corzos al rececho. El colaborador habitual de Club de Caza tenía desde hace varias semanas localizados varios jabalíes de gran tamaño que se estaban alimentando en una plantación de castaños, y el sábado por la noche trató de abatir uno de ellos. El orensano se situó en el cazadero horas antes del anochecer, sabedor de que los cochinos visitaban la zona en ocasiones a plena luz del día.

 

La experiencia y los conocimientos de las costumbres de los cochinos del lugar hicieron posible que el cazador abatiera al macho. Media hora antes de ocultarse el sol, entró en plaza un gran ejemplar. El esperista aguardó a que saciara su hambre y se revolcara en una baña de barro antes de apretar el gatillo de su rifle Sako Carbon Wolf del calibre 7mm Remington Magnum. La bala que salió del cañón del arma impactó en un punto vital del macareno.

El jabalí alcanzó en la báscula un peso de 115 kilos. No va a poder ser homologado debido a que presenta el colmillo izquierdo roto, pero que importa esto, lo importante es el lance vivido.

 


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