Este jabalí de 140 kilos no volverá a matar más corderos
Un cazador pacense abatió el pasado martes por la tarde un enorme jabalí cuando trataba de capturar un borrego. El impresionante cochino no destaca únicamente por su tamaño, también lo hace por la longitud y el grosor de sus colmillos.
El jabalí fue recuperado 15 horas más tarde del lance gracias a la intervención de un perro de la raza teckel. El perro de sangre encontró al espectacular macho oculto entre los matorrales a más de 500 metros de lugar del disparo.
Una cacería por control de daños a la ganadería y la agricultura
Dados los cuantiosos daños que estaban ocasionando los ciervos y los cochinos en las siembras de cereal de una finca de Badajoz un cazador de la zona decidió hacer una espera. El objetivo del esperista era abatir alguno de los venados que visitaban a diario los cultivos. Lo que no esperaba el cazador era cazar un jabalí con estas dimensiones y menos evitar que acabara con la vida de un cordero.
El jabalí fue recuperado 15 horas más tarde del lance gracias a la intervención de este teckel. El cazador vio cómo el jabalí atacaba a un cordero.
A las 20:35 horas, oyó como una oveja no paraba de balar en las proximidades del puesto. La insistencia del animal centró la atención del cazador. Iluminado por la luz de la luna, pudo ver cómo un jabalí trataba de acabar con la vida de un cordero mientras su madre intentaba de evitarlo. El pacense no se lo pensó dos veces y recorrió la distancia que le separaba del lugar en el que el cochino intentaba capturar al borrego. El macho no se percató en ningún momento de la presencia del cazador.
Cuando estaba situado a 50 metros de distancia del suido apretó el gatillo de su rifle de la marca Browning BAR 2 del calibre .30-06. A pesar de impactar la bala en un punto vital del cochino este desapareció amparado en la oscuridad de la noche. El cazador, con buen criterio, esperó a la mañana siguiente para su recuperación. Rigoberto, un teckel macho de 8 años propiedad del esperista, encontró al ejemplar sin vida tras 30 minutos de búsqueda.
Antonio López Espada
