Una liebre busca refugio en un tejado para evitar ser atacada por los depredadores
Vídeo

Una liebre busca refugio en un tejado para evitar ser atacada por los depredadores

Una liebre trata de ascender por una de las vertientes de un tejado a dos aguas. Este tipo de comportamiento es una clara muestra del instinto de supervivencia que desarrollan los animales con la llegada del invierno o cuando se sienten amenazados por la presencia de predadores.


Hace un año se viralizaron en España las imágenes de una cierva herida sobre el tejado de una vivienda, junto a una chimenea. El ungulado fue a guarecerse sobre la parte superior de una casa situada en el interior de un pueblo. La teoría que se manejó en las redes sociales en el momento de la publicación de las imágenes es que huía de los lobos.

El instinto de supervivencia de la liebre le hace subirse al tejado

Estas son las insólitas imágenes que ha grabado el día de año nuevo una vecina de Riga, capital de Letonia, que decidió pasar los últimos días del año y el inicio de 2023 en una pueblo de montaña. La mujer al salir de la vivienda quedó perpleja al comprobar que los ruidos que había oído en el tejado procedían de una liebre. El lepórido trataba de manera desesperada ascender por una de las vertientes de la parte superior de la edificación para escapar al parecer de algún depredador.

En ciudades como Civitella Alfedena, situada en el territorio de la provincia de L'Aquila, en los Abruzos, es habitual ver sobre todo en invierno imponentes ciervos paseando por sus calles para buscar alimento y evitar ser presa de los lobos. La fauna silvestre no solo se interna en los núcleos urbanos para huir de una potencial amenaza, también buscan refugio en los pueblos en invierno para sobrevivir al frío.

Las liebres saltan en vertical más de seis metros

Según John Flux, las liebres pueden saltar más que los conejos, porque son más grandes. El científico y ecologista basa esta teoría en estadísticas recogidas a principios del siglo XX por Gerald Edwin Hamilton Barrett-Hamilton, un reconocido experto en historia natural, quien documentó que las liebres marrones alcanzaban alturas de 4,5 metros. Ese estudio también indica que la liebre de cola blanca puede saltar hasta 6,4 metros.

La potencia de salto de los lepóridos es consecuencia de su anatomía. Las rabonas tienen un cráneo liviano, un corazón grande,sus músculos concentran carne roja oscura que contiene mucho oxígeno y sus patas tienen tendones extendidos.

Comparte este artículo

Publicidad