Una liebre oculta en su cama: mimetismo antes de la velocidad
Vídeo

Una liebre oculta en su cama: mimetismo antes de la velocidad

Las horas de menor actividad de las liebres, que suelen coincidir con las diurnas, permanecen tumbadas en el suelo del monte o del campo en una rudimentaria cama excavada por ella misma. Sus hábitos nocturnos la llevan a buscar alimento y cubrir el resto de sus necesidades durante la noche.


Permanecer inmóvil en la pequeña excavación que efectúa con sus patas para entrar en ella hacia atrás permite que los depredadores, además de tener muy difícil verla, también ayuda a que apenas desprendan olor alguno. Este es el motivo por el que incluso los perros de caza más eficientes llegan a pasar por encima de estos animales encamados.

Porque antes de encamarse, se ha observado que algunos ejemplares realizan un patrón comportamental que las lleva a dar rodeos, efectuar largos saltos para cambiar de senda, volver sobre sus pasos… todo con el objetivo de confundir a un posible depredador que pretenda seguir su rastro hasta el lugar donde va a descansar. Si alguno es tan obcecado como para resolver ese rompecabezas en forma de rastro discontinuo, la liebre lo habrá descubierto antes de que llegue hasta ella, pues lo podrá ver pasar cerca en varias ocasiones.

Cazadores que casi pisan a la liebre

Igual sucede cuando un cazador llega a poner el pie rozando su cuerpo sin haberla advertido antes de que su veloz carrera le sorprenda. A muchos aficionados a la caza al salto y en mano les ha pasado que han casi pisado a la rabona y se ha sobresaltado al verla y oírla saltar del encame cuando prácticamente estaban encima de ella.

Un tesoro de la fauna ibérica que, a pesar de ser azotado por enfermedades, furtivismo y el acoso de multitud de depredadores, responde sobreponiéndose gracias a una alta capacidad reproductiva y a estrategias de defensa como la que vemos en estas imágenes, el mimetismo, unido a una altísima velocidad de hasta 70 kilómetros por hora, combinada con una sorprendente facultad de driblar y regatear que la lleva a escapar en carrera de animales como el zorro e incluso muchas rapaces.

Cuando la liebre le gana la partida al águila

Y no abandonará la comodidad de su cama si no considera que el peligro que la acecha es muy alto. Gracias a esta circunstancia, hemos podido disfrutar de liebres encamadas con una proximidad extrema. A continuación, te proponemos algunos enlaces a vídeos sorprendentes de este aspecto y uno que refleja lo que sucede cuando la liebre se decide a arrancar en su poderosa carrera desde su encame.

 


No te lo pierdas

Comparte este artículo

Publicidad