Un cazador celebra el día de Nochebuena abatiendo un jabalí de 28 centímetros de colmillo y 160 kilos
A pesar del impresionante tamaño del jabalí y la longitud de sus espectaculares defensas, el protagonista del abate de este excepcional trofeo no es el cazador, es uno de sus perros. La valentía y el buen hacer en solitario de una hembra de sabueso de Transilvania hicieron posible su caza.
Se trata de una raza de perros reconocida por la FCI, pertenece al grupo 6, a la sección 1. Los perros cazadores húngaros son perros atléticos, musculosos y fuertes. También conocidos como sabuesos de Transilvania, encarnan una raza de excelentes perros de caza. Son capaces de trabajar solos y pueden rastrear a su presa incansablemente.
Una batida para controlar los daños ocasionados por los jabalíes
La cuadrilla de cazadores de la que forma parte nuestro colaborador habitual Gianis Abatzidis, redactor de una prestigiosa revista de caza griega, consumado cazador de jabalíes y criador de perros de la raza sabueso de Transilvania, decidió celebrar la víspera de Navidad cazando cochinos. Nada más soltar los canes, el enorme macho hirió a un cachorro que acompañaba a los perros adultos. El joven ejemplar pagó su inexperiencia, pero salvó la vida gracias a la intervención de Gianis. El perrero abandonó la cacería para curar las heridas que le había ocasionado el navajero al can.
Esta es Leda, la verdadera protagonista de la caza del monstruoso jabalí. A la derecha, detalle de los colmillos del gran jabalí.
La maestría del perro es capaz de meter una piara de jabalíes en las posturas
Parte de los canes del cazador griego abandonaron la cacería momentáneamente siguiendo a su propietario. Leda, una hembra de 2,5 años de la raza sabueso de Transilvania, continuó siguiendo el rastro de la piara de la que formaba parte el monstruoso cochino. La hembra, sin ayuda de otros canes, localizó de nuevo al grupo de suidos mientras que otros perros más experimentados que participaban en la cacería buscaban sus huellas por otra parte de la mancha.
A pesar del tamaño del macho y de sus terroríficas defensas, la perra no se amilanó e hizo huir a la piara de suidos. En las posibles rutas de escape de los cochinos esperaban varios de los integrantes de la cuadrilla. George, de tres disparos de escopeta, logró derribar al gran jabalí mientras que el resto del grupo logró escapar.
Si quieres disfrutar de algunos de los lances del especialista en la caza de jabalíes, no dudes en suscribirte al canal de YouTube del cazador.
Javier Fernández
