Así se cazó el posible nuevo récord de Vizcaya de jabalí
País Vasco

Así se cazó el posible nuevo récord de Vizcaya de jabalí

Se trata de un formidable ejemplar de 150 kilos de peso que ha obtenido en la medición realizada por el taxidermista del cazador una puntuación de 110,65 puntos. Ahora solo falta por aguardar a que la Junta Nacional revise las medidas y homologue el trofeo.


Según los compañeros de Desveda Caza-Pesca, "A falta de su homologación es muy posible que se trate del jabalí más grande cazado en Vizcaya, ya que el anterior del que se tiene constancia llegó al peso de 149 kilos". El diario Deia afirma que a finales de noviembre del año 2011 la cuadrilla 11 de Aranguren abatió otro enorme jabalí de 147 kilos en la zona de Motrollo-Oiz Norte.

Además de gran tamaño, los colmillos del jabalí le posicionan entre los mejores de la provincia.

Uno de los perros de los cazadores hizo posible el abate del jabalí medalla de oro

Hablamos con Manuel Ibáñez, el afortunado cazador de la cuadrilla 16, con sede en Abariano, que tuvo la fortuna de hacerse con este espectacular animal. El domingo 6 de noviembre veinte de los integrantes que forman parte de la cuadrilla de cazadores vascos decidieron disfrutar de una mañana de caza en una finca de Gizaburuaga a pesar de las condiciones meteorológicas extremas que en esos momentos padecía la Península Ibérica.

El perrero que logró aplazar al jabalí junto a sus perros de rastro.

Las altas temperaturas y la sequedad del terreno no fueron impedimento para que la perra de la raza grifón del perrero apodado Azpigarri aplazara al jabalí junto a unos caseríos y unas huertas.

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El cazador que abatió el jabalí de tamaño récord.

El cazador abatió al jabalí a bocajarro en un peligroso lance

Una vez localizado el cochino en una mancha de zarzas se ubicaron los monteros rodeando el lugar en el que suponían que el jabalí estaba encamado. El traillero soltó a la perra grifona que había aplazado al cochino para que marcara la cama del jabalí antes de soltar al resto de los canes. Nada más llegar la hembra a la zarza en la que se ocultaba el solitario, abandoné el matorral.

Recién abatido, los cazadores supieron que habían conseguido algoinusual en Vizcaya.

Durante más de 10 minutos, la recova de perros de los jabalineros pugnó con el macareno en la espesura. Transcurrido este tiempo, Manuel oyó al jabalí dirigirse hasta su postura que estaba situada en una estrecha vereda en el interior de las zarzas. Su experiencia y sus conocimientos del comportamiento de los cochinos evitaron que fuera atropellado por el macho en su huida.

El cazador vasco se apartó lo que pudo del camino para permitir el paso al jabalí. A menos de tres metros de distancia, disparó en dos ocasiones su rifle Winchester Vulcan del calibre .300 WM. Las dos balas Sako de 180 grains impactaron en el codillo del animal. La inercia de su carrera le hizo desplomarse a escasos metros del lugar en el que estaba el cazador.

El tamaño del jabalí es descomunal. Pesó en la báscula 150 kilos exactos.

Dado el tamaño del macareno, fueron necesarios siete cazadores para transportarlo hasta los vehículos. Para su pesaje tuvieron que hacer uso de un tractor. Se trata del jabalí de mayor tamaño y trofeo cazado por el montero vasco a lo largo de su trayectoria cinegética.

 


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