Los cazadores catalanes no dan abasto en el control de las poblaciones de jabalíes
Lleida

Los cazadores catalanes no dan abasto en el control de las poblaciones de jabalíes

El presidente de una colla leridana muestra el sentir de los cazadores de la comunidad ante la falta de apoyo por parte de las administraciones en su encrucijada por controlar la plaga de cochinos que asola los campos, invade las ciudades y produce a diario una media de 8 accidentes de tráfico.


El pasado domingo, la colla del Nen, junto a la de Cubélls, organizaron una batida para limitar el número de cochinos que habitan en los campos limítrofes al tramo viario que une los municipios de Foradada y Cubélls. Los días 1, 5 y 11 de diciembre se produjeron tres colisiones de automóviles con jabalíes en los 6 kilómetros de asfalto que comunican ambas poblaciones.

En la cacería participaron 29 monteros y 3 rehaleros. El resultado de la batida fue de 8 cochinos abatidos, entre ellos dos machos con importantes trofeos.

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Detalle del trofeo de uno de los jabalíes cazados en las inmediaciones de la carretera. Los cazadores fotografiaron a los jabalíes en las inmediaciones de las carreteras.

Carta abierta de los cazadores catalanes a la Administración

Ángel Alcaraz, presidente de la colla del Nen, con sede en el municipio leridano de La Guardia de Urgel, envía a la redacción de Club de Caza un texto para que se haga público en el que muestra la situación límite en la que se encuentran actualmente los grupos de cazadores de jabalíes de Cataluña.

"Los cazadores clamamos al cielo ante la pasividad de la administración. Reclamamos ayuda y apoyo de las autoridades a la hora de celebrar las batidas para evitar accidentes de tráfico en las cercanías de las carreteras. Su inoperancia pone en peligro a nuestros perros y la vida de los conductores que circulan por ellas.

Únicamente pedimos la presencia de agentes en estas vías durante las tres o cuatro horas que dura la cacería. No es necesario cortar la circulación, simplemente advertir a los vehículos de la celebración de la batida para que reduzcan la velocidad de la marcha.

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Un miembro de los cazadores catalanes junto al jabalí que acababa de abatir. A la derecha, uno de los jabalíes abatido, un gran macho con largos colmillos.

Por otra parte, el gran número de cacerías que tenemos que celebrar para ayudar, sobre todo a los agricultores, nos está ocasionando cuantiosos gastos. El alto número de machos deja perros mal parados todas las semanas, con los gastos veterinarios que esto conlleva. Supongo que el número de ejemplares con boca es debido a la limitación de la caza durante la pandemia. Estos jabalíes son los que nacieron y no se cazaron en esas fechas, y han llegado a adultos, otra explicación no tiene.

Veterinarios, como el del municipio de Pons, son conscientes de la importante labor que estamos realizando y se han prestado a estar a nuestro servicio todos los fines de semana las 24 horas del día, no cobran urgencias, están súper implicado en ayudarnos y a precios que podemos soportar. La administración debería hacerse cargo de estos gastos y los generados en la batida al igual que en otros países europeos. Como esto siga así no sé adónde vamos a llegar. Estamos al límite".

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