El mejor regalo para su padre: dedicarle el gran jabalí que ha cazado gracias a todo lo que le ha enseñado
Crónicas de caza

El mejor regalo para su padre: dedicarle el gran jabalí que ha cazado gracias a todo lo que le ha enseñado

Ismael Jiménez quiere hacerle un regalo muy especial a su padre. Hoy día 22 es el cumpleaños de la persona que le ha enseñado todo lo que sabe en la caza. Desde que era muy pequeño, le acompaña al monte a cazar y a disfrutar de su compañía: “Cada día se aprende algo nuevo con un maestro así”, nos cuenta.


El regalo es dedicarle el último jabalí cazado por Ismael: “Hace poco en Club de Caza publicasteis un jabalí medalla de oro que cazó mi padre, y quiero hacer lo mismo con uno que acabo de abatir que es bastante bueno también”. Es la ocasión ideal para que el aprendiz, Ismael, le rinda un merecido homenaje a su maestro en la caza y en la vida, su padre”.

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Este es el jabalí que abatió Juan, padre de Ismael, hace poco más de un mes.

Caza del jabalí al salto con perros y escopeta

“Pertenecemos a una cuadrilla en la que cazamos al salto el jabalí. Los perros son míos, y quedamos donde tengo los perros y nos preparamos para decidir a qué lugar de nuestro coto de Jaén vamos a acudir a cazar. Fue el pasado domingo día 18 de este mes de diciembre. Una vez allí, me dirigí a una zona en la que solíamos ver mucho jabalí y donde en una encina concreta el año anterior habíamos desencamado un jabalí grande que conseguimos abatir.

Allí desarrollé la misma operación de siempre: animé a una de las perras a entrar en la maleza para comprobar si el encame estaba tomado. La perra, en cuanto entró, ladró una sola vez, lo que confirmó mis sospechas.

Como tenía la experiencia del año anterior en el mismo sitio, corrí hacia el lugar por donde había salido el otro jabalí. Lo esperé en el sitio clave y lo disparé dos veces. El jabalí se detuvo y se enfrentó a una de las perras. Avisé a mi padre y al resto de la cuadrilla que el jabalí avanzaba con los perros detrás. Otro compañero pudo disparar al macareno, pero tampoco logró detenerlo”.

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Desde que puede recordar, la caza ha unido a este hijo con su padre.

El jabalí se detiene para enfrentarse a los perros

“Pero llegó el momento en que solo se escuchaban las ladras de los perros, así que supuse que se había parado. En ese momento temí que algún perro fuera más valiente de la cuenta y el jabalí pudiera herirlo. Consulté el GPS y había 1,9 kilómetros hasta el lugar donde habían parado los perros. Así que decidí correr y acudir lo antes posible. Guardé el GPS y me guie por las ladras de los perros hasta que llegué al pie de una colina y, sin pensarlo bien, subí”.

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El jabalí consiguió tirar al suelo al cazador con sus últimas fuerzas.

El jabalí intenta embestir al cazador

“Cuando llegué a la parte alta, estaba aún de rodillas intentando ponerme en pie, vi al jabalí cómo se tiraba a por mí. Tuve el tiempo justo para dispararle con mi escopeta Beretta 390, mi compañera desde que empecé a cazar, y alcanzarle en la cabeza con otra bala de la marca Remington, abatiéndolo al fin. Pero su cuerpo ya sin vida, con la inercia que traía, me tiró al suelo.

Cuando pude ver la boca del animal, la emoción fue increíble, porque casi nunca damos con un macho tan grande y con esa boca. Le hice una foto para avisar a mi padre y al resto de compañeros, que se alegraron muchísimo. Fue una jornada inolvidable, con un trofeo de 19 centímetros y 104 puntos que ha dado bronce alto, casi plata”.

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Por muy poco el trofeo no ha alcanzado la medalla de plata. Medalla de bronce, con 104 puntos, ha sido el trofeo del cazador.

Desde que pude andar, mi padre me ha inculcado la caza

“Mi padre se emocionó mucho y para mí es un orgullo que haya podido ver el jabalí que he conseguido cazar. Porque desde muy pequeño he ido con él al campo y me ha ido enseñando todo lo que sé. Recuerdo que, si un día no me llevaba, porque hiciera mucho frío o por otro motivo, yo estaba enfadado todo el fin de semana.

Ha sido toda una vida de enseñarme lo que sabe y ahora lo he podido aplicar con un gran jabalí. Es todo un orgullo para mí demostrarle que he aprendido lo que me ha enseñado. Es el jabalí más grande en trofeo que he conseguido, y se lo debo todo a mi padre. Hoy es su cumpleaños y se lo quiero dedicar, con el deseo que sigamos cazando juntos muchos años”.

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