Medalla de oro: el jabalí cazado por un perrero catalán arroja una espectacular puntuación de 120,20 puntos
Crónicas de caza

Medalla de oro: el jabalí cazado por un perrero catalán arroja una espectacular puntuación de 120,20 puntos

El cap de colla de una cuadrilla de cazadores del municipio gerundense de Camós ha logrado abatir, gracias al gran trabajo de sus perros, un impresionante jabalí de 119 kilos con unos colmillos de 20,6 centímetros y un grosor de 2,7.


El grupo de jabalineros con sede en Camós, municipio de la provincia de Gerona situado al sur de la comarca del Pla de l'Estany, cerca de Bañolas, está haciendo todo lo posible, al igual que el resto de collas catalanas, para frenar la expansión de la población de cochinos en la comunidad autónoma. Ángel, presidente de la colla leridana del Nen ha informado a la redacción de Club de Caza que están teniendo que cazar cuatro días a la semana para atender las demandas de vecinos y agricultores.

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Jordi Geli posa orgulloso junto al impresionante jabalí.

Así se cazó este jabalí medalla de oro

Jordi Geli y sus perros de caza de las razas anglo-francés, gran grifón vendeano y grifón azul de Gascuña han logrado capturar este formidable ejemplar en una batida celebrada en los terrenos que gestiona el grupo de cazadores en el paraje de Font de Garraba, situado en Camós. Se trata del cochino de mayor trofeo capturado por el perrero desde que dio sus primeros pasos en la caza a los 16 años de edad. Jordi ha heredado la pasión por la caza y los perros de su padre.

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Los colmillos del jabalí son descomunales.

En el transcurso de la cacería, los perros del gerundense detectaron al cochino en su lugar de encame. Los valientes canes, pese a la oposición del macareno a abandonar su ocultación, lograron hacerlo llegar a una de las armadas, pero el puesto al que le entró el cochino en plaza erró el disparo.

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Este es el trofeo del macareno tras pasar por el taxidermista.

Evitar que dañase a los perros

El rehalero, sabedor de los temibles colmillos que portaba el solitario, corrió tras él y tras los perros que lo perseguían. Su dilatada experiencia y el conocimiento del terreno le permitió cortar la huida del jabalí. Un certero disparo del rifle Benelli Argo de fibra del calibre .30-06 del perrero acabó con la vida del peligroso cochino. Su diligencia evitó cualquier tipo de percance entre sus perros.

 


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