Un cazador graba con una cámara de visión térmica varias becadas alimentándose en un jardín
No todos los apasionados a la caza de la becada tenemos la fortuna de disfrutar en las proximidades de nuestra vivienda de unas impresionantes imágenes como estas. Espectacular grabación realizada con un dispositivo térmico que nos permite contemplar la actividad nocturna de las arceas.
Según el presidente del Club de Cazadores de Becada con Perro, José Antonio Pérez Garrido, la reunión de un alto número de sordas en un prado en estas fechas puede ser debida a "una entrada de becadas y parada en la migración". A tenor de los datos publicados por el autor del vídeo, son siete los ejemplares que se reúnen para alimentarse en un claro del bosque.
Continúa la migración de la becada
El cazador italiano Carlo Torre ha inmortalizado con una cámara de visión térmica un grupo de arceas en las cercanías de su propiedad ubicada en plena naturaleza en la localidad de Busalla, comuna italiana de la provincia de Génova, región de Liguria. Gracias al dispositivo, contemplamos con todo lujo de detalles la visita de 7 becadas a una zona libre de vegetación para nutrirse.
¿Qué comen las becadas?
Las aves, al caer la noche, vuelan hasta los pastizales y prados con la intención de alimentarse amparadas en la oscuridad. Las chochas clavan su largo pico en la tierra para buscar las lombrices, larvas, insectos adultos, miriápodos y crustáceos de los que se alimentan habitualmente. En ocasiones, también ingieren semillas y vegetales verdes. Este órgano cuenta con numerosas células sensoriales que están reagrupadas en el extremo de las mandíbulas, lo que permite a los pájaros detectar pequeñas vibraciones que producen las lombrices bajo tierra.
La migración de las sordas procedentes del norte y de Centroeuropa hacia la península ibérica comenzó a finales de octubre. Con la llegada de las bajas temperaturas y la nieve a gran parte del continente europeo decenas de ejemplares han buscado refugio en los países mediterráneos. Gran parte de estas aves invernarán en los bosques de la Península Ibérica para retornar a sus zonas de cría durante la segunda mitad de febrero y a lo largo del mes de marzo.
Javier Fernández
