Steiner Ranger LRF 10x42
Mide distancias lineales, horizontales y ángulos a blancos fijos o en movimiento y las lecturas siempre se pueden apreciar nítidas en su pantalla, independientemente de las condiciones de observación. Es el Ranger LRF 10x42, un nuevo binocular-telémetro diseñado por Steiner con todo lo necesario para cazar.
Se suministra en estuche de cartón con tapas para oculares y objetivos, correa ancha para el cuello, funda, paño para limpiar las lentes, garantía por 10 años (la electrónica limitada a 2 años) e instrucciones en español y otros idiomas.
Steiner-Optik GmbH, a través del distribuidor español BBI, comercializa desde hace unos meses un binocular telémetro para caza que, en general, mejora la estética, la ergonomía y, sobre todo, las prestaciones de su modelo anterior, el Steiner LRF 1700 que no tenía rueda de enfoque porque era “autofocus” y que ya conocen nuestros lectores porque le dedicamos en noviembre de 2020 una prueba.
Funciona con una batería CR2 que se aloja en el interior de la rueda de enfoque.
Mejora la estética y la ergonomía del LRF 1700 porque el Ranger LRF 10x42 es un binocular-telémetro con rueda de enfoque más estilizado y elegante, ya que está diseñado con prismas en techo (Schmidt-Pechan), mientras que el modelo anterior estaba equipado con prismas porro. Posiblemente, por el tipo de prismas que utilizaba el LRF 1700 solo se fabricaba con objetivos de 30 mm para que fuera manejable, mientras que los objetivos del telémetro nuevo son de 42 mm y, por tanto, más adecuados para observar al amanecer y al atardecer.
Pero, ante todo, el Ranger LRF 10x42 está equipado con un inclinómetro, lo que le permite medir ángulos y distancias horizontales, mientras que el modelo anterior solo medía distancias lineales.
A ambos lados del puente se aprecian los mandos. A la izquierda de la imagen, el botón de encendido/medición, marcado con una flecha. A la derecha, el de selección marcado con una rueda dentada.
Diseño y equipamiento
Salvo en pequeños detalles, el diseño exterior difiere poco del de los binoculares Steiner con prismas en techo de gama alta media: tienen un solo puente, rueda central de enfoque y los oculares, que son giratorios, poseen copas ergonómicas plegables ErgoFlex. “Típicas“ de Steiner, las copas ErgoFlex protegen de la luz lateral y del viento cuando se observa sin gafas y proporcionan un aspecto inconfundible a los prismáticos, pues parece que tienen orejas.
Pero como no son unos prismáticos, sino unos prismáticos-telémetro y, por tanto, llevan en su interior un telémetro laser y una pantalla (en el ocular derecho), etc. que ocupan espacio dentro del armazón (que es de aluminio), el Steiner Ranger LRF 10x42 es algo más largo y pesado que un prismático convencional: mide 21,0 x 14,0 x 5,6 cm y pesa 1.100 gramos, aunque no es incómodo en las manos porque su su diseño es estilizado y está forrado en goma antideslizante de buena calidad (NBR-Longlife de color gris-verdoso) que es “resistente al aceite, al ácido y a las inclemencias del tiempo”, indica el fabricante.
El diseño exterior es similar al de cualquier prismático Steiner de gama media o alta: posee oculares giratorios para usuarios o no de gafas con copas flexibles ErgoFlex patentadas por Steiner. Protegen de la luz lateral y del viento cuando se observa sin gafas y proporcionan un aspecto inconfundible a los prismáticos.
También poseen dos mandos de presión situados sobre el puente, a la derecha y a la izquierda de la rueda de enfoque. El de la derecha es el de encendido/medición y el de la izquierda el de selección. Como se aprecia en las fotos, están marcados con una flecha y con una rueda dentada, respectivamente.
Además, para poder ver nítida tanto la pantalla como los objetos observados, los dos oculares poseen mandos giratorios para corregir las dioptrías (compensar la visión) que son muy precisos porque las correcciones se pueden hacer paso a paso y, entre paso se escucha un click que indica que se ha incrementado o disminuido la corrección.
Cabe añadir, que el telémetro se sirve en caja de cartón con tapas para oculares y objetivos, correa para el cuello, funda acolchada, paño para limpiar las lentes, garantía por 10 años (2 años la electrónica) e instrucciones en español y otros idiomas.
Los tubos poseen apoyo para los pulgares. Nótese que debajo de las copas oculares se aprecian los anillos independientes para compensar las dioptrías.
Adecuado para cazar
Al oprimir el botón de encendido/medición del Ranger LRF 10x42 aparece en su pantalla, entre otros datos, como el nivel de batería o la unidad de medición, etc., una pequeña retícula circular que se visualiza en el centro y sirve para apuntar.
Todos los datos se aprecian en color rojo y se pueden ver bien sobre cualquier fondo porque el brillo de la pantalla se puede ajustar en seis niveles, siendo el nivel 1 el menos brillante y adecuado para utilizar de noche o con poca luz y el 6 el más brillante para usos con los objetos iluminados con el sol. Incluso posee un modo de funcionamiento para condiciones meteorológicas extremas que, por cierto, he tenido la oportunidad de probar porque, salvo un día que hizo sol, los demás lo he probado nublado o lloviendo con más o menos intensidad.
Como no podía ser de otro modo, las tapas de los oculares están diseñadas para albergar también las copas ErgoFex.
Puede programarse para que funcione en modo estándar o en modo exploración (medición continua), así como para que ignore los objetivos más lejanos o bien ignore los situados en primer plano y muestre los más lejanos.
Igualmente, se puede usar con el método de medición estándar y entonces su pantalla proporciona la distancia lineal (el alcance mínimo es 25 m y 1.800 el máximo) y, debajo, el ángulo al que está el objeto observado con respecto a la visual. O bien, y lo que es más importante y práctico para un cazador, se puede programar para que proporcione la distancia lineal y la horizontal o de tiro compensada en función del ángulo (que también se muestra debajo de la lineal) y que es la única que hay que tener en cuenta a la hora de disparar porque es la que influye en la caída del proyectil. Y como sucede que la distancia horizontal es menor o igual que la lineal (solo coinciden cuando el ángulo es cero), si no se tiene en cuenta si es necesario regular el mando de ajuste altura o la torreta balística, el tiro queda alto o muy alto, dependiendo del ángulo, y se puede fallar o herir.
Las tapas de los objetivos están enganchadas a los tubos, en los que entran a presión. No se pierden.
Por último y para finalizar este apartado, comentar que el telémetro se utiliza y programa muy fácilmente, lo que pienso que para muchos cazadores de mi edad o mayores es importante:
con el mando de encendido/medición se conecta la pantalla y se realizan las mediciones y si se mantiene pulsado, se conecta el modo de exploración.
Y con el de selección se accede a todos los modos de funcionamiento pulsándolo durante tres segundos para cambiar de modo, tal y como se indica en el esquema adjunto (reproducido de la página 58 del manual de instrucciones).
El nuevo telémetro Steiner se programa y se usa muy fácilmente como se desprende de este esquema (se corresponde con la página 58 de su manual de instrucciones).
Rápido y nítido
Steiner no dice mucho sobre las lentes del aparato; sólo que son de alto contraste. Y menos dice aún sobre el tiempo que tarda en medir, así que orienté principalmente las pruebas a averiguar ambos aspectos realizando observaciones y mediciones en terrenos llanos y con fuertes pendientes en todo su alcance.
El Steiner Ranger LRF 10x42 es ergonómico y tanto el forro de goma como los mandos son antideslizantes por lo que se puede utilizar con las manos húmedas o con guantes.
Si se ajustan las dioptrías bien, girando convenientemente los dos mandos independientes de cada ocular, a cualquier distancia y con cualquier luminosidad la pantalla se aprecia nítida. Y actuando además sobre la rueda de enfoque, también se aprecian contrastados y con detalle los objetos observados entre 5 metros e infinito. En concreto, considero que la calidad óptica es similar a la de cualquier prismático de gama-media alta y, por tanto, adecuada para cazar desde que amanece hasta que anochece.
Además, no se puede calificar de lento porque calculo que el tiempo de medición entre 25 y 1650 m es siempre inferior a 1 segundo. No lo he podido probar a mayor distancia porque los blancos que distinguía estaban fuera de su alcance, es decir a más de 1.800 metros. Y, por cierto, cuando esto sucede o bien cuando el blanco está a menos de 25 metros o no es suficientemente reflexivo (*) en la pantalla aparece la palabra “End”.
Como binocular es nítido y rápido como telémetro, pues mide en menos de un segundo cualquier distancia que esté dentro de su alcance.
Si a lo dicho añadimos que se coge bien por los tubos, que es resistente al agua y que tanto la rueda de enfoque como las de las dioptrías son antideslizantes y se pueden manipular lloviendo o con guantes, puedo concluir diciendo que no me importaría llevármelo de caza.
(*) No me ha pasado nunca. Con todos los blancos dentro del alcance he obtenido lecturas de distancias lineales, ángulos y distancias horizontales.