Ione Belarra cede y acepta excepciones a los perros de caza para asegurar su ley animalista ¿Dimitirá Sergio García Torres?
La ministra de Derechos Sociales ha propuesto una enmienda alternativa a la del PSOE, que pretendía dejar fuera de la ley de Protección y Bienestar Animal, tomando como ejemplo el “modelo Page”.
El tira y afloja para tramitar definitivamente la Ley de Bienestar, Protección y Derechos de los Animales del sector animalista del Gobierno, encarnado por Unidas Podemos, ha dado otro paso en una negociación que parece que no va a contentar a nadie, ni a cazadores ni a animalistas. La finalidad es desbloquear la ansiada ley tras la enmienda presentada por el PSOE y que destruía las pretensiones de los podemitas de controlar la normativa referida a los perros de caza. El primer intento de Belarra fue pedir formalmente a sus socios socialistas de Gobierno que retiraran la enmienda. Pero Pedro Sánchez y los suyos se negaron.
Medidas desesperadas para desbloquear su ley animalista
Ahora, obsesionada con sacar adelante la ley que más enmiendas ha recibido en la historia de la democracia, la ministra propone el “modelo Page”, que supondría adaptar la legislación que se aplica en Castilla-La Mancha, regentada por el socialista Emiliano García Page, uno de los varones del PSOE que más ha criticado el anteproyecto de ley. De manera muy resumida, los perros de caza quedarían fuera de la normativa animalista, pero siempre y cuando estén participando en actividades cinegéticas. Esto abre un amplio abanico en el que los perros de los cazadores se verían afectados por la norma podemita como, por ejemplo, lo que afecta a la cría de las mascotas, que se verá restringida a profesionales.
La Ley de protección y defensa de los animales de Castilla-La Mancha
El apartado que exime a los perros de caza de la región manchega de esta Ley 7/200 de Bienestar, Protección y Defensa de los Animales reza que “la persona responsable de estos animales no puede garantizar el cumplimiento de las obligaciones de "cuidar y proteger a los animales de las agresiones, situaciones de peligro, incomodidades y molestias que otras personas o animales les puedan ocasionar", pero también "evitar las agresiones o molestias del animal a las personas o a otros animales, incluyendo la producción de otro tipo de daño durante el ejercicio de la caza.
Fuera de la práctica de la actividad cinegética, los perros de caza seguirían debiendo cumplir las obligaciones que incluye la ley animalista y los infractores a sus normas serían sancionados con el procedimiento sancionador que recoge.
Belarra pretende así consensuar las peticiones del PSOE y de los cazadores, pero en realidad está incurriendo en una solución en forma de enmienda transaccional que no contentará ni a animalistas ni a los propietarios de los perros de caza.
¿Dimitirá Sergio García Torres?
No olvidemos que el director de Bienestar Animal prometió que si los perros de caza quedasen fuera de su ley animalista, haría dos cosas: tumbar la norma y dimitir de su cargo.
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