Abate un jabalí a la carrera a larga distancia
Lleida

Abate un jabalí a la carrera a larga distancia

Un cazador leridano nos cuenta cómo ha cazado un jabalí de 100 kilos de peso y armado con un notable trofeo a nada menos que 325 metros de distancia. Fue durante una batida por control de daños a la agricultura. El macho fue derribado de un certero disparo en el codillo mientras huía a la carrera por una siembra de alfalfa.


El montero mide las distancias de los posibles tiraderos que le permite la ubicación de la postura con un telémetro para así tener referencia a la hora de realizar los adelantos de los disparos. El cazador pone en práctica en cada montería lo aprendido en los cursos de perfeccionamiento de tiro al jabalí en movimiento que imparte Pedro Rodríguez en colaboración con Solo Jabalí.

Así se abatió este gran jabalí

El creador del grupo de referencia en redes sociales en la caza al jabalí en España ha logrado romper el maleficio que se cernía sobre él desde el final de la temporada pasada. Eusebio Ezquerra abatió este domingo después de asistir a más de una decena de batidas un enorme cochino de 100 kilos.

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325 metros medidos con el telémetro y ante testigos, asegura Eusebio. Toda prueba es poca, pues los cazadores tenemos fama de mentirosos, nos dice. A la derecha, el equipo que Eusebio lleva a las batidas.

No solo destaca el tamaño y las defensas del macho, también la distancia a la que ha sido cazado. Al cazador oscense le tocó en suerte en la jornada por control de daños a la agricultura a la que asistió el domingo en Monesma de San Juan, localidad perteneciente al municipio de Ilche, en la provincia de Huesca, un puesto en una siembra de alfalfa. Gracias al gran trabajo de los perros que participaban en la batida, una piara de siete cochinos se vio obligada a abandonar el maizal.

Los cazadores situados en el cultivo tuvieron que esperar que los suidos se alejaran de los puestos para disparar sobre ellos. En la caza la seguridad es siempre prioritaria. Eusebio disparó sobre uno de los ejemplares del grupo con la mala fortuna que en el momento de rematarlo no salió la bala del cañón de su arma.

Tras recargar el rifle Browning Bar 1 del calibre .300WM con culata regulable, vio cómo un enorme macho seguía los pasos de la piara hasta un pinar cercano. Eusebio apoyó el arma en el trípode y apretó el gatillo. La bala Remington de 170 grains impactó en el codillo del jabalí provocando que se derrumbara sin vida a unos metros del lugar del impacto.

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