Encuentra un enorme jabalí que acaba de morir junto a la carretera: «alrededor de 150 kilos o más»

Un viaje por carretera se convertiría en el comienzo de una emocionante aventura para el joven fotógrafo. El hallazgo que encontraría en ese corto trayecto le llevaría a vivir una de las experiencias más impresionantes con una de sus especies predilectas: el jabalí. Así nos lo cuenta:

-“Me encontraba yendo desde Pamplona a un pueblo cercano. Estaba por la carretera y encontré una zona de arbusto, campos de cultivo. Pensé que me gustaba para poner la cámara de fototrampeo, porque soy muy aficionado a esto, me encanta el jabalí y aquella zona parecía ideal para el hábitat de estos animales.

Un enorme jabalí junto ala carretera

De repente, mirando a la derecha, en un segundo pude ver un jabalí que parecía atropellado. Creí que la mente me había jugado una mala pasada por estar pensando en jabalíes y justo ver uno atropellado. Encima era uno enorme. Decidí llamar a Gaizka, un amigo cazador, y le conté lo que creí haber visto. Se mostró incrédulo con el tamaño que le describí.

Tras volver del pueblo, me fijé bien por si volvía a ver al jabalí. Y allí estaba. Detuve el coche donde pude y, en efecto, era un animal enorme. Decidí volver después para verlo mejor y llevar a mi amigo cazador. Ya había caído la noche. Mientras nos acercábamos, le comenté que me extrañaba que con el tamaño del jabalí hubiera sido atropellado por un coche. Mi amigo dijo que era normal que los jabalíes murieran tras ser atropellados, pero yo seguía con la imagen de aquel enorme animal en mi cabeza.

El cazador no daba crédito con el tamaño del jabalí

Cuando llegamos, Gaizka, cazador de jabalíes, no daba crédito ante el enorme cuerpo del jabalí. Me dijo: “Llevo toda la vida cazando y nunca he visto un jabalí de este tamaño. ¿Atropellado por un coche? Habrá sido al revés, este bicho habrá arrollado al coche”.

Le atamos una cuerda a la pata y lo movimos unos diez metros. Queríamos alejarlo de la carretera, pero nos fue imposible moverlo más. Tenía muchas garrapatas, como 15 en una sola oreja.

Avisaron a las autoridades por riesgo de accidente

Echamos unas fotos y decidimos avisar a la Policía, porque estaba cerca de la carretera a pesar de que lo habíamos podido mover un poco, y aquello se iba a llenar de buitres y se podía producir algún accidente de tráfico. Nos dijeron que enviarían a los operarios de Caminos, que son los que se encargan del mantenimiento de las vías. Pero Gaizka les avisó de que solo dos personas, que son los que suelen ir en esos servicios, no iban a ser suficientes para mover al jabalí. Les sugirió que llevasen un tractor o algo similar”.

El joven fotógrafo de naturaleza sostiene que “no es fácil llegar a ese tamaño y menos aún con una pezuña deforme. A esto le llamo yo supervivencia en estado puro. Les he mandado fotos a otros amigos míos que son también cazadores y se han quedado flipando, diciéndome que parece turco. La naturaleza no deja de sorprenderme.