La seguridad de los perros es siempre prioritaria en la caza
La recova de podencos andaluces de dos cazadores jerezanos protagoniza un apasionante lance a conejo. En el momento de realizar el disparo uno de los conejeros espera el instante en el que la pieza realiza un quiebro a su perseguidor y logra alejarlo la distancia necesaria para que el cazador realice la detonación sin poner en peligro la vida del can.
Cazador y perro forman un binomio perfecto. Los practicantes de la actividad cinegética son un colectivo ejemplar que antepone, ante cualquier circunstancia, la integridad de sus compañeros de caza al abate de una pieza. Un cazador pondrá en juego su vida si es necesario para salvar la de uno de sus perros.
La caza del conejo con podencos andaluces
Dos cazadores jerezanos, Sergio y Carlos, disfrutan de un día de caza a conejos en una finca del municipio gaditano de San José del Valle, gestionada por Cinegética Manilva y el Acebuchal, cuando sus perros de la raza podenco andaluz detectan la presencia de un conejo en el interior de una palma.
La cuadrilla de perros trabaja en equipo y rodea el matorral para así tratar de capturar al lagomorfo a diente. Los cazadores se ubican en las posibles rutas de huida del conejo. Uno de los podencos penetra en el mato y delata con sus ladridos la cercanía de la presa. La perseverancia del can obliga al conejo a abandonar su ocultación.
El cazador espera el momento oportuno para abatir el conejo
El ímpetu y la pasión del perro por la caza le hace salir tras los pasos del lagomorfo. La cercanía del podenco no permite a los cazadores en un primer momento disparar a la pieza. La agilidad del conejo quiebra la carrera del cánido y logra alejarlo unos metros. Momento que aprovecha Sergio para disparar en dos ocasiones a la pieza.
Las detonaciones de la escopeta del cazador no logran derribar al ejemplar a pesar de que varios plomos impactan en su cuerpo. El buen hacer de los podencos permite al conejero recuperar la pieza herida. El lance finaliza con uno de los perros entregando la pieza abatida a uno de los cazadores.
Javier Fernández
