Otras cinco becadas se unen al proyecto Scolopax sin Fronteras, de estudio a través de su seguimiento vía satélite
Un proyecto de investigación iniciado en 2006 y centrado en la becada y sus movimientos migratorios está dando pasos agigantados con el marcaje de nuevas aves durante estos días.
Tras haber conseguido colocar dispositivos de seguimiento en más de 40 becadas que han aportado sobre sus fechas de migración y vías migratorias, con datos sobre las fechas de inicio de la migración prenupcial o contrapasa, así como las vías migratorias y origen de las aves que nos visitan cada otoño, cinco nuevas aves sumarán datos a la investigación científica de este grupo de entusiastas becaderos.
Parte del equipo de Scolopax sin fronteras con una de las cuatro becadas anilladas antes de liberarla.
Garralda, la primer del año y equipada el 11 de noviembre
En las últimas fechas se ha logrado equipar con estos dispositivos becadas a varias aves. La primera de ellas se ha bautizado como Garralda. Fue la noche del 11 de noviembre cuando Ibon y Rubén, anilladores del Grupo Scolopax de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Con altas temperaturas aún y vientos poco favorables, solo un ave entró en la red.
Cinco minutos bastaron para que la becada volviera a volar, pero esta vez con el dispositivo acoplado, que había sido suministrado por la empresa Lotek, puntera en la fabricación de este material. La señal del aparato está siendo captada por el sistema de satélites Argos y rebotada en forma de coordenadas.
Garralda con el dispositivo de seguimiento vía satélite colocado en su espalda
La becada comenzó a aportar información poco después. El martes 15 llegaban las buenas noticias en forma de las primeras localizaciones de «GARRALDA», como fue bautizada esta «mochilera». Se había desplazado casi 4 kilómetros desde las praderas de alimentación hasta el corazón del hayedo de La Casa de la Becada.
Las primeras emisiones muestran un comportamiento errático del ave, propio de estas becadas recién llegadas y que todavía no se han asentado en el lugar o quizás porque van a continuar la migración.
Cuatro becadas más el 18 de noviembre
Así lo narran los responsables del proyecto en su blog:
-“ Otra vez nos poníamos manos a la obra recorriendo las praderas de alimentación de las becadas en Garralda. Noche oscura y fría, sin viento, pero con una suave lluvia que en ocasiones se transformaba en aguanieve, óptima para la captura de nuestras amigas. Pronto iba a caer la primera sorda y enseguida una detrás de otra. Esta abundancia de pájaros nos iba a permitir seleccionar aquellos ejemplares en mejor estado físico, lo que nos da cierta garantía de que el ave va a poder llevar con solvencia la mochila con el emisor.
Contrariamente a lo que veníamos observando hasta el momento, todos los ejemplares eran juveniles, sin recapturas de becadas ya anilladas, por lo que intuimos que se trataban de aves en migración. Esto tiene otra consecuencia, y es que las becadas jóvenes no tienen la fidelidad adquirida al territorio, por lo que asumíamos que algunas podrían desplazarse más allá de La Casa de la Becada. Algo que entra dentro de los objetivos de un estudio cuando estamos trabajando en un lugar dentro de un importante pasillo migratorio.
Para esta ocasión los aparatos elegidos son de fabricación polaca, de la casa Ornitela y presentan como novedad que la transferencia de datos con sus localizaciones se produce a través del sistema GSM (en inglés Global System for Mobile communications), como si se tratará de un teléfono móvil. Estos emisores ya han sido utilizados con éxito en otro tipo de aves, pero también con becadas, lo cual nos da cierta garantía de éxito. Como venimos repitiendo, la carga de la batería de los emisores mediante una placa solar constituye el gran escollo en especies como la becada.
En menos de tres horas las becadas ya habían sido equipadas por las expertas manos de Rubén, en esta ocasión auxiliado por Unai. Como decimos, antes habían sido descartadas varias aves por su bajo peso e incluso una becada con una herida de perdigón en el muslo, aunque aparentemente sin gravedad.
Marcaje de una de las becadas con anilla metálica.
Cuatro integrantes más de Scolopax sin fronteras
En total, cuatro nuevas becadas estrenaban sus mochilas. Han sido bautizadas como AIZPEA, ANSABEL Y OXARTA, nombres de parajes dentro del término municipal de Garralda, en honor al gran esfuerzo que se está haciendo en la zona por conservar la denominación original de los topónimos locales.
La cuarta becada ha recibido el nombre de RONCESVALLES, en euskera Orreaga, localidad por todos conocida al albergar la colegiata y hospital de peregrinos del Camino de Santiago y en la que se produjo la célebre batalla. Con el deber cumplido nos retirábamos de las praderas a recuperar fuerzas con un buen bocata”.
Estas becadas seguirán aportando datos sobre sus lugares de invernada en la Penísula Ibérica, la fecha de contrapasa, el camino elegido y sus preferencias para establecer la cría, que hasta ahora se han revelado hasta los páramos de la lejana Siberia oriental.