El Pacma cambia de nombre para intentar salir de su crisis: ahora son ecologistas
Política

El Pacma cambia de nombre para intentar salir de su crisis: ahora son ecologistas

Tras haber fracasado en todos los últimos intentos electorales a lo que se ha presentado y haber cambiado varias veces su presidencia, el partido animalista contra el maltrato animal ahora pasa a denominarse Partido Animalista con el Medio Ambiente.


Su presidente, Javier Luna, alude a motivos sociales para el giro que acaba de protagonizar el partido por la “falta de interés real del resto de fuerzas políticas españolas en la lucha por la preservación de la vida y los ecosistemas”, siguiendo el papel que ha querido tomar Pacma desde hace 20 años como salvador de todo y que muy pocos han creído a la hora de elegir su voto en distintas citas electorales.

Las guerras animalistas ahora serán guerras ecologistas

Pero el trasfondo puede ser mucho más intrincado. El Ejecutivo tiene cubierta la tasa de subvenciones al animalismo tras la creación y el derroche económico que supone la Dirección General de Derechos de los Animales. Las que se denominaron ‘guerras animalistas’ las ha perdido el Pacma, incapaz de hacer llegar su mensaje al electorado y, a su vez, inoperante a la hora de llamar la atención económica del Gobierno en el reparto de subvenciones.

Los animalistas se tiran los cuchillos entre ellos

Ahora, Javier Luna, tercer presidente de los últimos y convulsos años del partido animalista, está dispuesto a llegar a otro tipo de electorado en busca de la representación política que le viene negando el electorado desde hace años. Para ello, incluye el ecologismo donde antes solo cabía el animalismo con el objetivo de convertirlo en “el partido verde de referencia en España”. Los mismos que han confundido en demasiadas ocasiones los animales que pretendían proteger, ahora entran en terreno repartido en España por ONG´s como WWF, SeoBirdLife o Ecologistas en Acción.

La manipulación del presidente del Pacma

Porque Javier Luna ha ‘resbalado’ en numerosas ocasiones en sus ridículos intentos de atacar la caza y a los cazadores. El hecho de no distinguir entre un ciervo y un corZo puede ser más o menos grave, como recordamos un poco más abajo, pero pretender criminalizar a un sector como el cinegético encontrando huesos de rumiantes y acusando en público a los cazadores de matar y abandonar los cuerpos de sus perros de caza entra en el ámbito de la manipulación. v

O cómo olvidar el caso en el que cogió sin permiso la foto del pequeño Manuel, un niño de 4 años hijo de rehaleros, para llamar violentos y maltratadores de perros a los cazadores. Algo que le valió, como así nos confirmaba el padre del menor, una denuncia en el juzgado.

España merece políticos que sean veraces, aunque defiendan posturas radicales, pero que no se amparen en la mentira a la hora de hacerlo.


No te lo pierdas

Comparte este artículo
Autor: 
  
894 0

Publicidad