Un precioso lance de caza de perdiz con sorpresa final
El perro está parado en un rastrojo. Su nariz apunta hacia delante, a un lugar con más vegetación, pero cuando se aproxima el cazador el bando de perdices sale justo al lado del can.
Un pointer inglés está mostrando en una postura poco convencional en su raza. Se encuentra sentado, una posición más propia de su compatriota, el setter inglés. El cazador se acerca y, cuando está llegando junto a su compañero canino, diez perdices arrancan en vuelo, rompiendo la quietud del perro.
Un disparo afortunado y dos perdices abatidas
En los primeros metros de vuelo de las aves varias de ellas eligen la misma trayectoria de huida, llegando casi a tocarse con las alas. Esto se convierte en un golpe de suerte para el cazador, que en su primer y único disparo alcanza a dos de las perdices, consiguiendo una afortunada carambola y culminando de manera excelente un lance que cualquier cazador apasionado del perro de muestra desearía vivir.