Entrevistamos al pastor atacado por un oso en Cantabria cuando intentaba defender a sus cabras
Cantabria

Entrevistamos al pastor atacado por un oso en Cantabria cuando intentaba defender a sus cabras

Un oso adulto aterroriza desde hace cuatro meses a los vecinos de Yebas. La última de sus tropelías ha sido matar una cabra a menos de 500 metros del pueblo y luego abalanzarse contra su propietario cuando este se encontró de bruces con el plantígrado devorando la res.


La sangre fría de la víctima del ataque le permitió salvar la vida repeliendo el primer envite del depredador gritándole y agitando un palo para posteriormente subirse en un roble.

El pastor nos cuenta lo sucedido con el oso

Hablamos con Pedro Álvarez, el pastor atacado, que nos cuenta que "el oso conflictivo ha matado más de medio centenar de cabras y ovejas en los últimos meses. Este verano ha entrado de día en varias ocasiones en mi huerto, situado a diez metros de mi vivienda. En las calles del pueblo es habitual encontrar excrementos del depredador al amanecer.

La gente tiene miedo de salir a la calle. A pesar de ello, la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria ha tenido que esperar que me ataque para activar el nivel 3 del protocolo de medidas de control de osos conflictivos, que contempla la posibilidad de capturar al oso, dormirlo y trasladarlo a otro lugar en el que no suponga un peligro".

Aunque las autoridades han advertido que, "esto solo ha ocurrido dos veces en Cantabria porque hay que poner de acuerdo a todas las comunidades autónomas en las que se extiende Picos de Europa. Por ahora, se han dado instrucciones a los agentes del medio natural a acompañar al ganadero a supervisar la zona por si se le logra localizar".

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Cabra devorada por el oso.

El pastor estaba acompañado de su hijo de cinco años cuando se produjo el ataque al ganado

Pedro, como cada tarde, salió el viernes de casa junto a su hijo para recoger a su rebaño de cabras a la caída de la tarde. Los animales pastan libres durante el día y vuelven en el ocaso para permanecer durante la noche en un establo próximo a su casa. Cuando las reses se encontraban a 100 metros de su vivienda y se disponían a entrar en los corrales, algo provocó que las cabras huyeran despavoridas junto a los cuatro mastines leoneses que las protegen.

Pedro, ante lo sucedido, obligó al niño a entrar en casa. Una vez estuvo su hijo a salvo se dirigió en busca de los animales para ver qué ocurría armado únicamente con un cayado.

"He vivido los peores momentos de mi vida"

A menos de 500 metros de su vivienda se encontró un oso pardo adulto devorando una de sus cabras. La reacción del plantígrado al verlo fue abalanzarse sobre él. La experiencia del ganadero al no correr y mantenerse firme frente al oso gritándole y elevando los brazos con el palo en alto, le salvó la vida. Tras unos interminables segundos en los que el depredador gruñía y se erguía sobre sus patas traseras a menos de diez metros de Pedro, el úrsido volvió junto a su presa.

El pastor aprovechó ese momento para subirse en un roble que estaba a escasa distancia de su posición. El oso, en la media hora que estuvo el ganadero subido en el árbol, amagó en más de una decena de veces a trepar por el tronco. Por fortuna, volvió todas ellas para seguir devorando la cabra. Una vez saciada su hambre, se marchó del lugar permitiendo, no sin miedo, a Pedro bajar del roble y volver a casa.

El ganadero denuncia la pasividad de la administración cántabra ante el infierno que están viviendo los vecinos de Yebas, "ha hecho falta que me ataque un oso para pasar del nivel 1 y 2, en los que se usan diferentes elementos disuasorios, como petardos para intentar alejar al animal de la zona, al nivel de alerta al 3. Creo que esta medida no es suficiente, hay que matar a ese oso, no creo que la solución sea llevarlo a otra zona, sería trasladar el problema a otros".


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