Un grupo de cazadores homenajea a un compañero fallecido cazando un impresionante jabalí
Jaén

Un grupo de cazadores homenajea a un compañero fallecido cazando un impresionante jabalí

Uno de los integrantes de la colla de cazadores Compañeros de Yermo y Demetrio el Capitán perdió la vida a los 31 años en un fatídico accidente. Corría el año 2015. La caza crea un vínculo entre los cazadores que va más allá de la muerte, y el sentir de estos jabalineros andaluces es una muestra de ello.


Hoy, sus compañeros de caza desean dedicarle el abate del espectacular cochino que cazaron el domingo en una jornada de caza al salto en el mismo lugar que hace ocho años se hicieron con otro gran macho gracias a los perros del rehalero tristemente fallecido.

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A la derecha, el cazador fallecido.

Un viejo y astuto jabalí al que seguían la pista todos los cazadores del lugar

Pedro Martínez, vecino de Segura de la Sierra, localidad de la provincia de Jaén perteneciente a la comarca de Sierra de Segura, fue el afortunado cazador que abatió al salto el cochino que soñaban cazar gran parte de los miembros de la sociedad del coto Yermo. Hace más de un año, los integrantes de la sociedad que practican la caza mayor sabían de la existencia de un enorme macho en el coto. El macareno había burlado en varias ocasiones a perros y cazadores y había ocasionado cuantiosos daños en los sistemas de riego de los olivares de la zona.

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El cazador homenajeado con dos de los miembros de la cuadrilla. A la derecha, el janbalí abatido que brindan a su compañero fallecido en un accidente.

Un jabalí armado con unas formidables navajas

Demetrio "el Capitán", los hermanos Herrero, José Toledano, Rubén y su mujer, Ana, Caribe, Escolástico, Piji, Remolino, Juan, Jesús, Jacinto, Teo y Pedro participaron en la jornada de caza. No todos ellos portaban armas. Los podencos cruzados de la cuadrilla levantaron al solitario en una mancha de pinos y monte. Pedro era uno de los cazadores que estaba situado en una de las posibles rutas de huida del cochino. Minutos más tarde de producirse la ladra, el jiennense vio aproximarse al jabalí.

A pesar de estar a más de 200 metros, podía ver perfectamente el tamaño de sus defensas. El cazador esperó que el solitario le ofreciera el costado para apretar el gatillo de su escopeta semiautomática del calibre 12 de la marca Winchester SX4 con un cañón estriado.

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Los podencos pararon al jabalí herido a 300 metros del lugar del lance de caza.

El cazador abatió el jabalí a 120 metros de distancia

La bala Hornady SST Slug impactó en la extremidad trasera derecha del suido. Nada más notar el golpe, el macareno se dirigió hacia un barranco cercano desplazándose con dificultad. Pedro trató de rematarlo de un segundo disparo, pero el proyectil no alcanzó su objetivo y el cochino continuó su camino. Sabedor del porte del animal, avisó inmediatamente a Teo para que acudiera al sitio del lance con los perros.

Minutos más tarde, llegó el perrero al barranco. Los podencos pararon al jabalí a 300 metros de la posición del cazador que lo había herido. Al llegar los propietarios de los canes al escenario de la batalla, el macareno embistió a los cazadores. Teo, que se encontraba en ese momento junto a Jacinto, remató al solitario tras dos disparos de escopeta. El cochino pesó aproximadamente 70 kilos y 9 centímetros de colmillo asomaban de la mandíbula inferior del macho.

Una vez finalizada la jornada de caza, todos los participantes en la cacería se reunieron para degustar un asado de cordero y brindar en memoria de Juanma. Un amigo y compañero de caza al que jamás podrán olvidar.


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