Motoristas, ciclistas y excursionistas se cuelan en una batida en Barcelona
Cataluña

Motoristas, ciclistas y excursionistas se cuelan en una batida en Barcelona

Este es el día a día de los cazadores catalanes. Senderistas, ciclistas y motoristas no atienden a los carteles que avisan de la celebración de una batida de jabalíes e invaden la mancha, con el peligro que esto conlleva.


En agosto, el colectivo de cazadores catalanes se vio obligado a declararse en huelga. Todo comenzó como una protesta de la territorial de Girona de la Federación de Caza de Cataluña. La Federación Catalana de Caza se reunió, tras debatirlo en Junta Directiva, instó a todos los cazadores y cazadoras de Cataluña a unirse a la protesta y no comenzar la temporada de caza mayor, ya que calificaba de inadmisible la imposición en la resolución de vedas del punto 8.3. Este punto obligaba a notificar las cacerías colectivas de una forma compleja y nada adaptada a las necesidades de sus federados/as.

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Cartel que avisa de la organizción de la batida. Cualquier vía de acceso contaba con el cartel advirtiendo de la batida.

Prometieron a los cazadores multar a los que perjudicasen las batidas

A mediados de septiembre los cazadores catalanes desconvocaron al parón cinegético tras la publicación en el DOGC de los principales acuerdos pactados entre la FCC y el DACC en el Consejo de la Caza. La Federación Catalana de Caza consideró que con la publicación en el DOGC de la Resolución ACC/2716/2022, de 12 de septiembre, por la que se modifica la Resolución ACC/821/2022, de 22 de marzo, que recoge la modificación del punto 8.3 de la resolución de Vedas y del punto 8.4, que aclara el tipo de sanción que corresponde cuando se incumple la prohibición de perjudicar el normal funcionamiento de la acción de caza de forma intencionada, se dan las condiciones necesarias para empezar con la temporada de caza mayor y dar por concluida la huelga de cazadores.

Excursionistas con perro en mitad de una batida.

Una ciclista cruza por un camino donde se desarrolla una batida.

Motoristas entren en la zona donde se desarrolla una batida.

"El monte es de todos", pero a los cazadores es al único colectivo que se les obliga a cumplir la legislación vigente

Las imágenes nos la envían los propios cazadores que sufrieron las continuas entradas de personas en la mancha que estaban cazando. Y también nos envían los carteles que colocaron atendiendo a la normativa vigente. No sirvió de nada. Organizan una batida para controlar las poblaciones de jabalíes en el municipio de Lliçà d'Amunt, situado en la comarca del Vallés Oriental. Los cochinos se han convertido en un gran problema para esta localidad catalana, dados los cuantiosos daños que ocasionan en las siembras y en los jardines de las masías del municipio.

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Los carteles estaban colocados antes de que amaneciese.

Los esfuerzos realizados por la colla L’esquirol Petit por solucionar el problema que acucia a los vecinos de la localidad se ven recompensados cada semana con situaciones como estas. Personas que no atienden a los carteles de señalización de las batidas transitan por la zona delimitada de caza sin hacer caso a las advertencias ni a los cazadores que se encuentran a su paso. Los cazadores están desesperados por los reproches y los enfrentamientos con aquellas personas que se creen por encima de la ley denuncian con estas imágenes el calvario que viven cada fin de semana cuando intentan ponerse al servicio de la sociedad.

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