¿Quién necesita ley de protección animal teniendo a estos niños rehaleros cuidando de los perros?
Desde muy pequeños, los aprendices a rehaleros aprenden el duro oficio de ser perrero. Los hijos de los cazadores no necesitan que nadie venga a imponerles o enseñarles cómo cuidar de sus compañeros de caza.
Manuel, Rocío y Manuel ayudan a sus padres en la alimentación y el cuidado diario de sus perros siempre que sus quehaceres escolares se lo permiten. Cada vez que asisten a las instalaciones en las que están ubicadas las rehalas propiedad de la familia reciben una clase práctica de cómo cuidar de los perros y comparten el amor que sus padres profesan por ellos.
Una niña ‘rehalera’ de tres años
Rocio Bermejo Domínguez es una niña rehalera, que dentro de dos días cumplirá los tres años, nacida en Valverde del Camino, municipio de la provincia de Huelva. La pequeña pese a su corta edad es según su madre, "una enamorada de los animales, pero en especial de los perros de la rehala de su padre. Mi hija ansía la llegada del momento en el que puede acompañar a Abraham para ayudarle con las tareas de limpieza y mantenimiento de la sede de la rehala". Rocío es la digna sucesora de una dinastía de cazadores onubenses, Abraham Bermejo y Abel Pérez, propietarios de la Rehala Bermejo Pérez.
Cinco años y ya le apasionan los perros de rehala
Manuel es un rehalero onubense de tan solo cinco años de edad. La pasión por los perros de este joven cazador queda patente en las imágenes recogidas en el vídeo realizado por su padre Manuel Domínguez, uno de los propietarios de la rehala onubense Hermanos Campi, en las instalaciones de la rehala. Su padre y su abuelo le están enseñando el oficio de rehalero, con todo lo que esto conlleva.
El onubense, pese a su corta edad, es consciente de lo sacrificado de su vocación. La vida del perrero requiere dedicación plena, ya que no se limita a los días de montería, y fe de ello es que acude cada vez que no tiene que hacer deberes a ayudar en los cuidados de los canes de la rehala.
Padres rehaleros, hijo rehalero
Manuel es hijo de los rehaleros María Jesús Solís y Antonio Raya. Ambos se conocieron por tener pasiones idénticas. Fruto de esta relación, pocos meses después de conocerse, nació la rehala Raya, formada por los perros que tenía Antonio y algunos que aportó María Jesús, y su hijo Manuel, cazador ya en el vientre de su madre ya que la cazadora estuvo yendo de montería hasta prácticamente el momento del parto.
El niño rehalero cuenta actualmente con cuatro años de edad. Al igual que Rocío y Manuel, el heredero de la cacereña rehala Raya participa de manera activa en el cuidado de los perros de la familia.
