Este es el jabalí que destrozó ayer la mano a un cazador cántabro

El peligroso jabalí, además de perforarle con sus navajas la mano al montero, también lo hirió en ambas piernas y brazos. Los desgarros producidos por los colmillos del macho necesitaron de puntos de sutura.

La caza del jabalí en el norte de España

Ángel, el perrero que se encontraba junto al cazador herido en el momento del ataque, nos narra el lance más peligroso que ha vivido en su dilatada trayectoria cinegética:

"Ayer por la mañana nos reuniremos los integrantes de la cuadrilla 115, con sede en la localidad de Cos, para pasar un agradable día de caza entre amigos en el lote, situado en Ucieda, localidad del municipio de Ruente, de la Reserva Regional de Caza Saja, ubicada en el tercio occidental de la Comunidad Autónoma de Cantabria, una región que abarca desde el Río Besaya hasta los Picos de Europa, y desde el límite con Palencia hasta la sierra del Escudo de Cabuérniga, que nos había tocado en suerte. Nada más soltar los perros, sabuesos y grifones, desencamaron un cochino. Los canes necesitaron de más de una hora para ponerlo a tiro de una de las posturas. Un cazador disparó al suido con la mala fortuna que la bala que salió del cañón de su arma no impactó en un punto vital del ejemplar".

El jabalí atacó al rehalero y al montero nada más verlos

"Los perros pararon al cochino herido a 500 del puesto del cazador. Me dirigí al lugar de la ladra acompañado por el montero. Al llegar al lugar me encontré a un jabalí enorme peleando con los perros. En la contienda había herido a cuatro canes. La reacción del macareno al vernos fue embestirnos. Ambos corrimos para evitar ser golpeados por el solitario. Yo logré zafarme del ataque dando un gran salto. A pesar de ello los colmillos del jabalí me destrozaron la parte inferior del pantalón. A mí lado corría el cazador que disparó al jabalí en el puesto. Él corrió peor suerte que yo. El macareno impactó contra la parte posterior de su tren inferior. El golpe fue de tal violencia que derribó al montero, pese a tratarse de una persona corpulenta. El cochino se enseñó con el cazador en el suelo profiriéndole un gran número de colmilladas. La agilidad y la capacidad de reacción del cántabro le salvaron la vida ya que pese a tener herida de gravedad la mano izquierda y el brazo derecho desgarrado por las navajas del navajero logró disparar a bocajarro su rifle para acabar con la vida del atacante".

El cazador tuvo que ser operado de urgencia para no perder la movilidad de los dedos de la mano

"El accidentado estaba empapado de sangre. Rápidamente avisé a Riki, jefe de los perreros, de lo sucedido. Compañeros trasladaron al cazador accidentado al camino más cercano para su posterior desplazamiento al centro de salud de Cabezón de la Sal mientras que yo me dirigía con los perros heridos a un centro veterinario. Dada la gravedad de las heridas del montero los sanitarios decidieron trasladarlo en una ambulancia al hospital de Mompía, pueblo perteneciente al municipio de Santa Cruz de Bezana. Allí fue operado de urgencia de la mano izquierda ya que tenía los tendones seccionados. Horas más tarde recibió el alta hospitalaria. En estos momentos el cazador se encuentra recuperándose de las heridas sufridas y de la intervención quirúrgica en su vivienda".

Desde Club de Caza deseamos una rápida recuperación al accidentado y agradecemos la colaboración en este artículo de Ángel y Riki.

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