Una joven cazadora abate un ciervo en berrea a la larga distancia
La cazadora asegura que la bala de la marca Federal de 150 grains que salió del cañón de su rifle Blaser r93 del calibre 308 equipado con un visor Swarovski Z8I de 2,3-18x56 aumentos impactó en el cuerpo del ciervo de 11 puntas a 400 metros de distancia.
La cazadora malagueña, de tan solo 17 años, ha logrado abatir pese a su corta edad las ocho especies de caza mayor cazables en España.
Desde que obtuvo el permiso de armas y la licencia de caza ha cazado rebecos, machos monteses, arruís, muflones, jabalíes, corzos, ciervos y gamos.
La caza del ciervo en berrea en la Serranía de Ronda
La Serranía de Ronda, una de las nueve comarcas de la provincia de Málaga, no es solo tierra de machos monteses, en la serranía más al sur de Europa encontramos el macho montés rondeño, también habitan entre sus cortados grandes ciervos. María José Jiménez y su padre Juan José acuden cada año durante el periodo de celo del ciervo a un acotado que gestionan en la sierra malagueña para intentar abatir algún venado con un notable trofeo.
La caza del ciervo al rececho en estado puro
Los días 29 y 30 de septiembre padre e hija se desplazaron al coto que gestionan con la intención de buscar un macho al que habían visto en varias ocasiones. El primer día de caza lograron localizarlo a más de 500 metros de distancia pero fue imposible realizar un acercamiento al ejemplar. El ciervo desapareció en el monte para no volver a ser visto a lo largo del día.
María José, en el trayecto hasta el lugar de aparcamiento del vehículo, vio varios ejemplares jóvenes, animales que no deben ser abatidos en la berrea para realizar una correcta gestión de la población de ungulados. A la mañana siguiente la cazadora volvió al lugar en el que había visto al venado el día anterior. Allí estaba berreando junto a otros ejemplares.
La distancia en la que estaba ubicado impedía de nuevo el disparo. Tras una tensa espera el macho se aproximó hasta el lugar en el que estaba apostada la recechista. Al medir la distancia con un telémetro vieron que el ciervo se encontraba a 400 metros. La malagueña dudó en intentar el abate del venado dada la larga distancia que les separaba.
Juan José animó a su hija a intentarlo, su experiencia le decía que no le daría otra oportunidad. La malagueña se sentó en el suelo y apoyó el rifle en el trípode. Centró el ciervo en el visor y elevó el cañón del arma 30 centímetros por encima del lomo del macho. Cuando el venado le ofreció su costado apretó el gatillo. La bala cumplió su objetivo e impactó en el codillo del animal. Nada más ver cómo el ciervo se derrumbaba sin vida, padre e hija se fundieron en un abrazo. Se trata del animal que ha abatido a mayor distancia María José en su corta pero intensa trayectoria cinegética.