Un joven cazador de 17 años cumple su sueño de abatir un ciervo, y menudo ciervo
Ourense

Un joven cazador de 17 años cumple su sueño de abatir un ciervo, y menudo ciervo

El cazador de tan solo 17 años ha logrado cumplir uno de sus mayores anhelos en la caza al abatir un impresionante ciervo de 12 puntas con una gruesa cuerna tras dos agotadores días de rececho en una finca abierta.


Cosme Rodríguez es uno de los propietarios de la Rehala Chio compuesta por perros de las razas podenco campanero, basset leonado de Bretaña y diferentes cruces de perros de agarre.

Un apasionado de la caza mayor y menor

Cosme es un cazador de 17 años nacido en la provincia de Orense. Desde los 13 años, acompaña a su madre, Marga, de caza. A los 14 años obtuvo la licencia de caza y el permiso de armas, edad en la que abatió sus primeras piezas.

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Cosme y Juan Fernández con el ciervo abatido.

Actualmente, practica la caza del jabalí con la peña de caza Rio Arnoia del Tecor A Merca-Ourense, la caza del conejo auxiliado por beagles y manetos y la apasionante caza de la becada en los bosques gallegos acompañado por perros de la raza setter inglés.

El rececho del ciervo en berrea en alta montaña

El cazador necesitó de dos maratonianas jornadas de caza para lograr su objetivo pese a contar con la inestimable ayuda de nuestro colaborador habitual Juan Fernández. Durante la jornada de caza del sábado la niebla impidió al rehalero abatir un impresionante venado que habían localizado horas antes. Tras un agotador rececho, la bruma cubrió la zona de caza evitando el abate del ciervo cuando el cazador ya se encontraba a escasa distancia de él. Juan y Cosme en ese instante decidieron suspender la cacería, cumpliendo la legislación vigente y anteponiendo la seguridad a la acción de caza.

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El joven cazador de 17 años junto al ciervo abatido en los montes gallegos. A la derecha, la madre del joven perrero, también cazadora.

El domingo, cazador y guía regresaron al cazadero bien temprano. La mañana se levantó soleada, pero los grandes machos parecían descansar, ya que sus sonidos no rompían el silencio del monte. Los conocimientos del entorno de Juan posibilitaron la localización de un ciervo con un espectacular trofeo a 800 metros de distancia. Como el viento les era favorable, decidieron tratar de abatirlo. Una vez superada una elevación del terreno los cazadores hallaron al macho que buscaban junto a otro ejemplar. La contienda entre ambos animales estaba servida. Cosme aprovechó que el ciervo de mayor porte estaba pendiente de su oponente para situarse a 165 metros.

Apuntó concienzudamente la pieza y apretó el gatillo de su rifle Sako Carbon Wolf del calibre 7mm Remington Magnum. La bala cumplió su objetivo derribando al venado. Una experiencia que el joven rehalero difícilmente podrá olvidar.

Galicia, tierra de grandes ciervos

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