Caza un ciervo medalla de oro en una finca abierta y lo graba en vídeo
Un cazador leonés ha cumplido su sueño de cazar un venado con un gran trofeo en el periodo de celo de la especie. Te mostramos en vídeo el lance grabado en la provincia de Orense del abate de un ejemplar que rondará los 200 puntos.
La buena gestión realizada por este grupo de cazadores está dando sus frutos ya que hace dos años abatieron un ejemplar de similares características en el mismo valle en el que el sábado fue cazado este trofeo.
La importancia de la caza del ciervo en berrea
La berrea es uno de los momentos más importantes a la hora de gestionar las poblaciones de ciervos de un acotado. Depende el futuro de la población de ungulados del coto de la selección de los ejemplares a abatir en esta época del año. Según afirman Jerónimo Torres y Juan Carranza en un artículo publicado en Club de Caza, "En la Península Ibérica, el mayor éxito reproductivo lo consiguen los machos entre los cinco y los nueve años, lo que coincide con su máximo desarrollo, siendo los ejemplares de estas edades los que normalmente poseen un harén, mientras que los jóvenes y los senescentes, aunque pueden tomar parte en la reproducción, emplean menos tiempo en las actividades típicas del celo".
El cazador junto al ciervo recién abatido. A la derecha, Martín, el guía, junto a su perro de sangre y el gran ciervo.
La caza del ciervo en los montes gallegos
Un cazador leonés, acompañado por un guía de la zona, de nombre Martín, abatió la mañana del sábado un impresionante venado de 19 puntas en un coto de media montaña de la provincia de Orense. El cazador ha necesitado de varias horas de rececho y recorrer una importante distancia para lograr su objetivo. La jornada de caza comenzó al amanecer. Cazador y guía estuvieron toda la mañana intentando abatir un ejemplar con un gran trofeo que había sido visto por Martín en la zona.
La montaña orensana guarda tesoros como este impresionante ciervo.
Ese día el macho no compareció a la cita, lo oyeron berrear varias veces, pero no lograron verlo. Este es el encanto y la dificultad que entraña abatir grandes trofeos en fincas abiertas. A medida mañana ambos cazadores decidieron detenerse para degustar las viandas que llevaban en las mochilas.
Mientras comían el bocadillo, oyeron la llamada al campo de otro venado. El guía desconocía su tamaño, por lo que se dirigieron al lugar donde berreaba para comprobar el porte de su trofeo. Después de recorrer más de tres kilómetros cazador y guía localizaron al macho. Se trataba de un animal con una soberbia cuerna de 19 candiles.
El recechista templó los nervios y, tras centrar el cuerpo del ciervo en el visor de su rifle Blaser R8 del calibre .270 Short Magnum, apretó el gatillo. La bala cumplió su objetivo y alcanzó al ungulado. El cazador necesitó de un segundo disparo para derribar al venado definitivamente.