Un oso pardo ataca un rebaño de ovejas y se lleva una res entre sus fauces
El úrsido huye con una oveja en volandas a pesar de la oposición de los perros pastores que protegen el rebaño y del propio propietario del ganado. La presencia de dos personas que practican motocross y el acoso de los perros guardianes obligan al oso a abandonar a su presa y a escapar del lugar.
La población de oso pardo cantábrico crece a un ritmo anual del 10% lo que ha propiciado que deje atrás la categoría de especie en peligro crítico de extinción. El crecimiento del número de plantígrados en la península ibérica ocasionó 3.591 ataques a colmenas, ganado y frutales en el año 2020.Entre 2009 y 2018 se certificaron 5.849 ataques de osos en España.
Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia son las comunidades autónomas más afectadas. De los 2,5 millones de euros abonados en compensación por esos daños en las cuatro comunidades, más de tres cuartas partes han correspondido a daños a colmenas.
Los gritos del pastor y sus perros evitan que el oso se lleve a su presa
Un cazador rumano ha denunciado en su perfil público de Facebook el ataque sufrido por el rebaño de un ganadero de ovino este fin de semana en el condado de Mures, distrito ubicado en la zona central de Rumanía, en la región de Transilvania.
Las imágenes han sido grabadas por dos personas que estaban practicando motocross en el lugar de los hechos y detuvieron sus motocicletas al oír la algarabía que se había producido tras el ataque del plantígrado al rebaño. En un primer instante, podemos ver un numeroso grupo de ovejas que huye aterrado entre los árboles, ya que un oso trata de atrapar a una de ellas.
El úrsido logra su objetivo y apresa a una res adulta. A pesar del peso del animal, el depredador corre con la presa entre las fauces mientras un numeroso grupo de perros pastores trata de evitarlo. A escasa distancia de los canes viene el pastor. Sus gritos desesperados se escuchan entre la arboleda.
El hostigamiento de los perros y del pastor al depredador y el hecho de que el plantígrado se percatara de la presencia de los motoristas le hacen dejar atrás a la oveja y huir del lugar.
Javier Fernández
