Un guarda rural graba un ciervo macho comiéndose la cuerna de otro venado
Uno de nuestros colaboradores habituales sorprende a un ciervo devorando la cuerna de otro ejemplar de su misma especie semanas antes de la berrea. Consultamos a veterinarios acerca de las razones que le han llevado a esto.
El desmogue es un proceso que ocurre durante las últimas semanas de invierno o las primeras semanas de la primavera, y donde los cérvidos se desprenden de sus cuernas. A partir de este momento las cuernas van creciendo poco a poco, tardan entre 12 y 18 semanas en crecer. En España el desmogue se produce en especies como el ciervo, el gamo y el corzo.
La cuerna de los ungulados, una fuente de proteínas y minerales
El guarda rural Juan Báñez en una de sus patrullas rutinarias en prevención del furtivismo en los terrenos gestionados por la Sociedad de Cazadores Montes Propios de Almonte, detectó la presencia de un ciervo macho tumbado que estaba comiéndose lo que en un primer momento le pareció un palo. Este hecho le hizo detener su vehículo y apearse de él para comprobar qué estaba masticando el ungulado. Su sorpresa fue mayúscula cuando vio que se trataba de un desmogue de ciervo del que el macho ya había devorado la parte superior.
Según el guarda rural, en sus más de tres décadas de profesión jamás había presenciado este hábito en ciervos machos, pero sí en hembras en periodo de cría, jabalíes, tejones o zorros. Veterinarios consultados por Club de Caza justifican que los animales devoren la cornamenta de los cérvidos debido al aporte que logran con su ingesta de nutrientes, como calcio o colágeno.
Según los profesionales, este ejemplar puede haber optado por comerse el desmogue debido a la carencia de algún oligoelemento en su dieta que necesita para la época de reproducción de la especie. Los dos veterinarios consultados, ambos cazadores desconocían esta costumbre en los ungulados. Ambos son conocedores del hecho de que los jabalíes incluyan en su dieta la cuerna de otros animales.
CdC
